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El sospechoso buscado es Marcelo Javier Vergara Bogarín (39), quien tiene un antecedente por apropiación y una orden de captura en su contra por estafa. Actualmente, estaría viviendo en la zona de Ciudad del Este.
Según los datos, este hombre sería el último comprador del carro fuerte Mitsubishi azul que fue dejado en el municipio brasileño de Ponta Porã el 7 de marzo pasado, luego de que fuera perseguido a tiros desde la ciudad paraguaya de Pedro Juan Caballero por guardias del empresario fronterizo Jorge Rafaat Toumani.
La Policía local había informado que al menos tres criminales bajaron del blindado y cubrieron su huida con disparos, aunque adentro dejaron abandonada una ametralladora pesada –calibre 7.62 y alimentada con al menos 150 cartuchos–, con la cual supuestamente pretendían atacar justamente la residencia de Jorge Rafaat Toumani.
Los ocupantes del rodado fueron identificados como miembros del grupo criminal brasileño Primer Comando da Capital (PCC).
Militar, el primer dueño
A partir de la inspección del camión blindado abandonado, se supo que el primer dueño en Paraguay fue el coronel del Ejército Emiliano Rojas Ramos, quien al ser localizado dijo que adquirió el rodado en junio de 2015 por 65 millones de guaraníes de la empresa LyL Importaciones-Exportaciones.
El militar también presentó un contrato privado con el cual demostró que le vendió el vehículo al despachante Cristian Paolo Ortiz (42).
La operación se finiquitó el 4 de marzo pasado y a un precio de 22.000 dólares.
“Ganó 6.000 dólares”
Sin embargo, solo 24 horas después de comprar el blindado del militar, el despachante Cristian Paolo Ortiz volvió a venderlo por 28.000 dólares, según alegó ayer desde Pedro Juan Caballero su abogado Richard Nara.
El defensor declaró que su cliente adquirió el blindado “porque ya tenía un comprador, ya que trabaja como comisionista. Él fue solo un pasamanos y ganó 6.000 dólares en esa operación”, aseguró Nara.
Aunque el abogado inicialmente se negó a dar el nombre del supuesto último comprador del blindado, posteriormente se confirmó que se trata de Marcelo Javier Vergara Bogarín, quien, pese a ser un fugitivo, habría firmado también un contrato privado de compraventa y una cesión de derechos con Cristian Paolo Ortiz.
Puso condiciones
Ortiz ya había sido imputado por la fiscala Katia Uemura por detentación, reducción, resistencia y producción de riesgos comunes, entre otros, aunque exige desde la clandestinidad el cambio de calificación de la carátula de la investigación, para presentarse y poder ser beneficiado con medidas alternativas a la prisión, conforme a la explicación de su abogado.
El otro involucrado, Marcelo Javier Vergara Bogarín, también ya contaría desde hoy con una nueva orden de captura, por haber presuntamente comprado el blindado para el PCC.
El fallido atentado en Pedro Juan Caballero, por otro lado, había derivado en la incautación en Asunción de un impresionante arsenal perteneciente supuestamente al importador ahora detenido Carlos Federico León Ocampos.