Cargando...
Fue tras analizar manuscritos encontrados en el campamento abandonado por los criminales, después del último tiroteo en el que murió un militar y otro resultó herido en “Núcleo 5”.
El supuesto líder del “segundo cuerpo” del EPP es Albino Jara Larrea (21), alias “Milciades León”, mientras que el segundo al mando del grupo sería su hermano Alfredo Jara Larrea, quien operaría con el seudónimo de “José Villaverde”. Según datos obtenidos, ambos cuentan con formación militar.
La identidad de los “cabecillas” de la célula del grupo armado salió a luz, después de que los investigadores analizaran los manuscritos encontrados por efectivos policiales y militares de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) en un campamento abandonado por los criminales, ubicado en el asentamiento “Núcleo 5” de Arroyito, en el distrito de Horqueta.
El sitio está situado a pocos metros de la vivienda de Rubén Darío López Fernández, alias “Loro”, quien el pasado 3 de noviembre huyó de la Penitenciaría Regional de Concepción, durante una fuga organizada por narcotraficantes brasileños.
López Fernández fue también identificado por los investigadores como uno de los criminales que participó del ataque criminal, al igual que Luciano Argüello, Rudy Ruiz Sosa (30) y Lucio Silva (53).
La investigación del ataque es dirigida por el fiscal de Concepción Federico Delfino.
Entre los elementos hallados en el lugar figura una misiva atribuida al “subcomandante del segundo cuerpo del EPP”, quien el domingo último lideró el tiroteo en el que murió el sargento 1º César Antonio Fernández Carballo (29) y resultó herido el teniente 1º Mario Francisco Ávalos Cañete (34). Otros escritos encontrados en el campamento abandonado contienen poemas dedicados a los integrantes de la banda criminal que cayeron abatidos por la Policía Nacional como Gabriel Zárate Cardozo y Nimio Cardozo Cáceres.
Todas las notas van dirigidas a Alcides Oviedo Brítez, considerado el “comandante en jefe” del EPP y quien actualmente está preso en el cuartel de la Agrupación Especializada de la Policía Nacional.
El líder del grupo armado fue condenado a 18 años de prisión junto con su esposa Carmen Villalba, el 4 de mayo de 2005, tras ser hallados culpables del secuestro de María Edith Bordón de Debernardi.