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Sandra Quiñónez comunicó a la Contraloría General de la República que el 18 de abril pasado la Sala Constitucional de la Corte Suprema otorgó competencia al Tribunal de Cuentas para juzgar la rendición de cuentas correspondiente al ejercicio fiscal 2017.
Con esto también informa la desafectación de la auditora Andrea Rodríguez, designada para el análisis de la gestión de su antecesor.
De esta forma el exfiscal general del Estado Javier Díaz Verón logra blindar su último año de gestión.
El mismo ya consiguió que el Tribunal de Cuentas apruebe sus rendiciones hasta el 2016. Nunca la Contraloría General pudo auditar su gestión, porque año tras año lograba una acción de inconstitucionalidad que declara la inaplicabilidad de los artículos 1, 2 y 3 de la Ley N° 2448/2003, que le quitaba competencia a la Segunda Sala del Tribunal de Cuentas para juzgar rendiciones.
El extitular del Ministerio Público es investigado junto a su esposa Selva Morínigo y sus hijos Yerutí y Alejandro Díaz Morínigo por enriquecimiento ilícito. Tiene una empresa familiar con capital integrado de G. 2.500 millones y cuantiosos bienes.
La comunicación que hizo Sandra Quiñónez a la Contraloría se toma como un blindaje o protección a su antecesor debido a que la misma, al ser titular del Ministerio Público, podía dejar que la CGR realice toda la auditoría y posteriormente remitir los documentos al Tribunal de Cuentas, para su juzgamiento.
La acción de inconstitucionalidad no priva a la Contraloría de realizar el análisis, pero el envío de la documentación original al Tribunal de Cuentas en la práctica es un “blindaje” porque los auditores ya no acceden a los papeles. Además, el tribunal hace cosa juzgada y es innecesaria una auditoría.
Las promesas de Sandra
La fiscala general del Estado Sandra Quiñónez había prometido transparentar la gestión del Ministerio Público desde su audiencia pública, o sea, mucho antes de siquiera integrar la terna que finalmente ganó por designación del presidente de la República, Horacio Cartes.
La misma, cuando asumió en febrero de este año, dijo estar en contra del blindaje de las cuentas en el Ministerio Público y prometió transparencia.
Quiñónez dijo en varias ocasiones que siempre fue “contundente en transparentar la institución y luchar contra la corrupción”. Ahora con la protección de la gestión de Javier Díaz Verón surge la pregunta de si hará lo mismo con sus rendiciones.