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La imputada Sandra Solís Espinoza, de 46 años, fue llevada ante el magistrado en la mañana de ayer para la imposición de medidas alternativas, tal como lo dispuso el Tribunal de Apelación, Primera Sala, que anuló las resoluciones de los jueces Humberto Otazú y Hugo Sosa Pasmor. Estos últimos habían dado la prisión a la procesada.
El juez Delgado dispuso las medidas establecidas por la cámara penal para la procesada y que son arresto domiciliario bajo fianza de sus dos abogados de cincuenta millones para cada uno, prohibición de acercarse al local del CFA donde se produjo el abuso y a la víctima y la prohibición de salir del país.
La decisión fue tomada con el voto de los camaristas Pedro Mayor Martínez y Gustavo Santander, mientras que el tercer integrante, Gustavo Ocampos, lo hizo en disidencia.
La procesada, quien trabaja como limpiadora de la citada congregación evangélica de Zeballos Cue, fue detenida por el abuso sufrido por una niña de tres años en la escuela bíblica del templo religioso, el sábado 20 de mayo pasado.
La mujer fue identificada por la propia víctima, que en un encuentro casual en la Fiscalía la señaló como la “tía que le hizo naná”. Ante tal circunstancia, el fiscal imputó a la mujer por abuso sexual en niños, y pidió prisión preventiva.