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Los dos panes de cocaína, que pesaron en total dos kilos, fueron confiscados por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) en la noche del pasado 28 de octubre en un surtidor de San Lorenzo.
La droga había sido traída desde Pedro Juan Caballero por la joven Miriam Ramírez Mora (26), quien al ser arrestada admitió que fue contratada por el expolicía Águedo Ronaldo Lezcano Paredes. En el celular de la mujer, incluso, se encontraron varios mensajes en los que el traficante le indicaba los pasos que debía seguir hasta entregar la “mercancía”.
Sigue libre
Lo llamativo es que el exsuboficial, dueño de la cocaína requisada, ahora opera con absoluta libertad desde Pedro Juan Caballero, pese a que ya había sido arrestado el 5 de marzo de 2013 en Capiatá, justamente transportando dos litros de cocaína líquida.
Tras su detención, el uniformado pasó solo seis meses en Tacumbú, hasta que fue liberado por pedido del propio fiscal de la causa, José Luis Casaccia.
El 2 de octubre de 2013, el presidente Horacio Cartes firmó el decreto de baja del uniformado, pero este ya operaba nuevamente.
Supuestamente, el representante del Ministerio Público fue “convencido” de pedir un sobreseimiento provisional para Águedo luego de un “arreglo” al que arribó con el hermano del agente, el diputado colorado por Amambay, Marcial Lezcano Paredes.
El legislador había sido el único en votar durante una sesión de la Cámara Baja a favor de una ley que beneficiaría a narcotraficantes y que, afortunadamente, fue rechazada por la mayoría de los parlamentarios.
De Tacumbú al Congreso
Para colmo, el suplente de Marcial Lezcano Paredes en la lista de diputados de la ANR es el conocido capomafioso Carlos Rubén Sánchez Garcete, alias Chicharõ.
Este último, a su vez, también salió recientemente de Tacumbú; y en el caso de que se lo investigara y procesara a Marcial Lezcano Paredes, “Chicharõ” podría incluso asumir en su remplazo en la Cámara de Diputados.
Permisividad
Desde que salió de prisión, hace 14 meses, Águedo Ronaldo Lezcano Paredes reorganizó su estructura y enviaba al menos cuatro kilos de cocaína por mes a Europa, a través de mulas, según una investigación de la Senad.
Sin embargo, pese a todas las evidencias incriminatorias, hasta ahora el expolicía ni siquiera tiene orden de captura.
Mucho menos parece estar interesada la Policía de Amambay en “molestar” al hermano del diputado.
Aparentemente, la cúpula policial de la Zona Norte del país prefiere hacer la vista gorda a las actividades ilícitas de la red de Águedo Ronaldo Lezcano Paredes, debido a las fuertes influencias de su hermano parlamentario.