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ITAUGUÁ (Patricia Meza, corresponsal). El cadáver de Gloria Andresa Gamarra Garay fue enterrado de cabeza en una fosa, cubierta con cal viva y cemento, dentro de una propiedad ubicada en la compañía Aldama Cañada de esta ciudad. El terreno fue adquirido por ella y Javier Brizueña Leiva cuando eran pareja, pero al terminar la relación ella siguió pagando por la finca.
La fiscala Fátima Capurro precisó que la fosa ya estaba cavada hace tiempo y que iba ser destinada a un pozo ciego, pero fue allí donde fue enterrado el cuerpo. También hallaron la pala, el balde y las bolsas de cemento.
Mencionó que el día de su desaparición Gloria Gamarra llevó una mochila que contenía dinero que le envió su nueva pareja oficial para la construcción de una casa en el terreno. Pero el efectivo no apareció y se sospecha que Brizueña lo llevó tras cometer el crimen.
Según algunos datos de la investigación, la infortunada se había mudado cinco días antes a la casa de un amigo de nombre Jorge Darío Ramos, cerca de la Terminal de Ómnibus de Asunción. Fue este quien denunció su desaparición y fue la última persona con la que estuvo conectada vía WhatsApp.
Agentes de Criminalística de la Policía inspeccionaron, ayer el automóvil de Javier Brizueña Leiva y en su interior se encontraron huellas de un calzado que Gloria Andresa Gamarra llevaba puesto y cabellos que serían de la joven asesinada.
El vehículo en cuestión es un Mitsubishi Galant champagne, con placa AZZ 877.