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En la etapa incipiente de la investigación, el fiscal de San Lorenzo, Julio César Ortiz, había imputado al entrenador por abuso sexual en niños, que tiene una expectativa de pena de tres a doce años de cárcel.
Asimismo, dicho agente del Ministerio Público había pedido al juez penal de Garantías Gustavo Bóveda la prisión preventiva y su remisión a la cárcel de Tacumbú, en donde estuvo encerrado por ocho meses durante el juicio, a donde ahora será remitido para que cumpla la sentencia.
Según los antecedentes, la madre del menor –residente en el barrio Reducto de San Lorenzo–, encontró rastros de sangre en la sábana de su hijo y sospechó que “algo andaba mal”.
Luego habló con el niño, y este le confesó que el profesor abusaba de él con la promesa de conseguirle un puesto en la selección paraguaya de menores.
La mujer llamó al profesor de su hijo para que acudiera a su casa a pedirle disculpas. Sin embargo, alertó a los agentes de la comisaría jurisdiccional, quienes detuvieron al principal sospechosos cuando llegó a la vivienda de la denunciante.
El fiscal Ortiz se mostró conforme con la pena aplicada al abusador.