Encarcelan a policías “gatillo fácil” que dejaron parapléjico a un joven

El comisario principal Jorge Ignacio Zárate Barreto (49) y el suboficial primero Jhonie Osvaldo Orihuela Chávez (30), de la comisaría 4ª de Asunción, quedaron presos ayer en la Agrupación Especializada tras ser procesados por dejar parapléjico a un joven en un fatídico operativo.

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Los dos efectivos policiales fueron remitidos ayer de mañana al cuartel de la Agrupación Especializada, en el barrio Tacumbú, por orden del comando institucional, aunque fue recién después de que se filtrara el dato de que la fiscala Pamela Pérez Trinidad presentaría imputación contra ellos.

De hecho, posteriormente, la misma fiscala informó en una conferencia de prensa, en la sede de la Fiscalía General del Estado, que el comisario Zárate fue procesado por denuncia falsa, inducción a un subordinado a cometer un hecho punible y frustración de la persecución y ejecución penal, todos en carácter de autor, y por persecución de inocentes y simulación de un hecho punible, en carácter de coautor.

En tanto que el suboficial Orihuela fue imputado por tentativa de homicidio y lesión grave, en carácter de autor, y por persecución de inocentes y simulación de un hecho punible, en carácter de coautor.

A la tarde el juez Paublino Escobar procesó a ambos policías por los mismos hechos y dispuso la prisión, en una audiencia en el Palacio de Justicia de la capital.

El ataque

Zárate y Orihuela fueron grabados el sábado a las 04:56, cuando alcanzaron y redujeron al joven Richar Ramón Pereira Ramírez (25), quien circulaba por la calle 24 Proyectada en un automóvil Peugeot sin chapa, que no contaba con los documentos.

El video, que también fue difundido ayer, confirma efectivamente que Richar estaba desarmado y que recibió el balazo cuando estaba ya rendido frente a los agentes.

Las imágenes enseñan incluso el momento en que el joven es alzado a la carrocería de la patrullera y auxiliado por los efectivos.

La fiscala Pérez cuestionó también el hecho de que otros camaradas de los dos policías involucrados volvieran posteriormente a la escena y retiraran el automóvil de la víctima sin comunicar dicho procedimiento al Ministerio Público.

El agravante

Lo que terminó comprometiendo aún más a los policías es que le plantaron evidencias al joven baleado.

Una de ellas fue el revólver calibre 22 que presentaron al tratar de hacer creer que Richar les disparó con dicha arma.

Incluso, el mismo Richar denunció que un policía intentó obligarlo a que disparara ese revólver, cuando lo estaban atendiendo de su herida, precisamente para que le quedara impregnada la pólvora por la mano.

Finalmente, resultó que el revólver ni siquiera funcionaba, lo que sumado a las imágenes del video desbarataron por completo la versión oficial de los intervinientes.

Zárate y Orihuela podrían ser condenados, eventualmente, hasta a 20 años de cárcel, de acuerdo con los datos.

El joven baleado, mientras tanto, ya se encuentra en su casa, fuera de peligro, pero su familia trata de contenerlo psicológicamente para que sepa sobrellevar su nueva condición física. En las redes sociales, la ciudadanía lanzó duros cuestionamientos contra la Policía.

Constantes extorsiones

Los vecinos del joven baleado denunciaron que este tipo de persecuciones, encaradas por policías de la comisaría 4ª Metropolitana, eran ya una constante en la zona del barrio Obrero.

Según las quejas, los uniformados extorsionaban casi todos los fines de semana a los jóvenes que se juntaban especialmente en la zona de la Avenida Quinta, desde donde fue seguido justamente Richar Ramón Pereira Ramírez.

Supuestamente, el comisario Zárate y el suboficial Orihuela querían extorsionar a Richar por manejar un auto sin chapa.

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