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En la primera oportunidad le dieron agua y café con una sustancia que no se pudo comprobar de qué se trataba porque su secretaria Celia Maidana eliminó la evidencia. En la segunda ocasión, la víctima vio cuando un motociclista intentó ingresar sin éxito a Capaclor.
De la investigación que realizan los agentes del Departamento de Investigación de Delitos y la fiscala Fátima Britos se desprende que había una decisión de atentar contra la vida de Sonia, que tal vez hasta fue desatendida.
En ella emerge como sospechosa la figura de Celia Maidana Torres, su exsecretaria que está imputada por homicidio doloso y robo agravado.
Alejandro Sevilla, exnovio de la víctima, recordó ante la fiscala Britos el primer evento.
Indicó que en una ocasión Sonia Doutreleau tomó un vaso de agua y sintió un gusto a “metálico”.
En ese momento, le pidió a la secretaria que guarde el agua porque iba a demandar a la empresa proveedora del líquido. Luego le pidió café y al tomar sintió el mismo gusto, por lo que dijo que se iba a ir a descansar en la casa.
Pero la mujer se sintió mal, tuvo que ser asistida a través de un servicio médico y quedó bajo reposo por dos días. Lo llamativo fue que la secretaria arrojó el líquido pese a que se le pidió que lo guarde.
El segundo evento, lo declararon amigos de Sonia ante la fiscalía y tiene que ver con un comentario que les hizo la mujer.
La empresaria relató que estaba en su oficina de Capaclor cuando escuchó ruidos desde el acceso. Se dirigió al segundo piso y vio que una persona con casco intentaba abrir la puerta. Esta persona al verse descubierta huyó del lugar, pero dejó la llave puesta.
Estos antecedentes afloran en momentos en que prácticamente los investigadores tienen la certeza de la implicancia de Maidana en el crimen.
Se desconoce el motivo por el cual no habían tomado medidas contra la secretaria, pero en declaraciones a la prensa, el empresario Raúl Doutreleau, padre de la víctima, indicó que probablemente fue así porque la secretaria tenía una criatura recién nacida.
Para los investigadores, la duda radica en el móvil.
La defensa instaló la versión de que supuestamente Celia solo quería asustar a su jefa para que deje de perseguir a su novio. Sin embargo, esta hipótesis no convence a los investigadores que entienden que se pretende encubrir algo más importante y que podría estar ligado con el manejo financiero de la empresa, a lo cual tenía acceso la secretaria.
La defensa pedirá al juez que le toque intervenir en el caso que otorgue el arresto domiciliario a Celia, ya que es madre lactante de una criatura de dos meses.