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Acosta Gill era considerado por sus superiores, camaradas y subalternos, como uno de los mejores policías del país. Se distinguía por ser el que más conocía sobre la lucha contra el grupo criminal EPP, al cual logró propinar varios golpes importantes en la última década en el norte de la Región Oriental.
El comisario recibió un tiro en la cabeza mientras manejaba una camioneta, en la cual se encontraba con tres subalternos de Antisecuestro. Los agentes estaban en la zona conocida como Cerro 21, a punto de marcar la guarida donde estaba el remanente de la gavilla que fue descabezada el 19 de enero último. En esta fecha se capturó en Chirigüelo a Carmelo Ramón Benítez y Andrés Peña. Esta banda perpetró al menos tres secuestros exprés en las últimas semanas, contra estancieros de Amambay, al hacerse pasar por miembros del EPP.
Ayer los policías llegaron hasta cerca de la casa donde se escondían los sospechosos, justo en el momento en que estos salían del sitio en un vehículo. Los delincuentes se dieron cuenta de que eran policías y directamente abrieron fuego. Acosta fue herido de muerte. Sus compañeros reaccionaron y mataron a uno de los atacantes, hirieron a otro –estos no fueron identificados aún– y arrestaron a otros dos: Crispín Ferreira (44) y Rafael Benítez Dos Santos (53). El herido fue llevado al hospital bajo custodia.
El enfrentamiento ocurrió a 80 kilómetros de Pedro Juan Caballero y a 40 kilómetros de Capitán Bado, casi frente al municipio brasileño de Aral Moreira, a menos de 1.000 metros de la línea internacional.
El comisario Acosta y su equipo iban a ubicar la casa de los secuestradores para que hoy se llevara a cabo un allanamiento en el que pensaban sacar definitivamente de circulación a la gavilla.
Otro equipo policial de la misma unidad había entrado a la zona de vigilancia en otra camioneta, por otro sector, por lo que no pudieron ayudar a sus compañeros.
El comisario Acosta fue socorrido y llevado hasta Aral Moreira, pero ya nada se pudo hacer. Su cuerpo será velado en la fecha en la ciudad de Guarambaré. Deja a una esposa también policía, con quien tiene tres hijos.