Cargando...
El flamante comandante de la Policía, Crio. Gral. Insp. Francisco Pastor Alvarenga Núñez, y el nuevo subcomandante, Crio. Gral. Insp. Juan Eliseo Báez Chávez, tomaron posesión del cargo ayer de mañana en sustitución de Aldo Pastore y Carlos Altemburger, respectivamente.
El acto se hizo en la Comandancia y fue dirigido por el nuevo ministro del Interior, Francisco de Vargas.
El jefe de la Policía anunció que no van a tolerar la corrupción en sus filas, mientras que el ministro aseguró que van a mostrar un aspecto humano de la institución y que van a ser implacables con los delincuentes.
Alvarenga venía desempeñándose como director de la Escuela de Estrategia Policial y Báez como titular de la dirección de Justicia Policial.
Solo un discurso...
Sin embargo, pese a los pomposos discursos de las flamantes autoridades y a los anuncios de que la cúpula sería integrada por agentes idóneos, llamativamente entre los principales nombramientos figura por ejemplo el comisario principal Rubén Cabral Teme, quien de jefe de la comisaría 21ª de Asunción pasa a ser jefe de Orden y Seguridad de Alto Paraná, uno de los departamentos con mayor índice de criminalidad.
Cabral Teme arrastra severos cuestionamientos, ya que cuando era jefe de la comisaría 7ª Metropolitana un suboficial a su cargo fue asesinado en un asalto, mientras hacía guardia privada de civil en una casa particular.
Asimismo, lo cambiaron de la comisaría 11ª Metropolitana por negligente.
Posteriormente, cuando fue titular de la comisaría 15ª Metropolitana, desató un feroz escándalo al filmar al entonces director de la 1ª Zona Policial, Eligio Ibarra Hlavacek, mientras le entregaba una coima. Finalmente, lo echaron de esa unidad por cargar combustible de la patrullera a su vehículo particular.
Uno de los últimos cargos de relevancia que ocupó fue la jefatura del Sistema 911, pero también fue destituido luego de que la Fiscalía rescatara de su base dos automóviles robados en San Pedro. Por este caso incluso hay dos suboficiales condenados.
Movida general
El nombramiento de Francisco Alvarenga como comandante, de Eliseo Báez como subcomandante, y de Juan Pino como director general de Orden y Seguridad, de la promoción 1984, motivó una movida general en la Policía y también que toda la remesa 1983 quedara a disposición y a punto de pasar a retiro antes de cumplir los 30 años de servicio.
Otro de los sugestivos nombramientos es el del comisario principal Tolentino Espinoza al frente de la 4ª Zona Policial, que maneja los departamentos de Alto Paraná, Itapúa y Canindeyú. Este uniformado, cuando fue jefe de Orden y Seguridad de Concepción, había entregado a Federico Franco una nota en la que acusó a sus superiores de dirigir operativos contra el EPP en estado etílico, todo para tratar de ascender. En Concepción quedó como jefe de Policía el comisario principal Ricardo Caballero, exjefe de Orden, uno de los principales referentes en la lucha contra los secuestradores.