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VILLARRICA (Carlos Ávalos, corresponsal). Después de poco más de un año de estudio, finalmente el Tribunal de Apelaciones, que estuvo integrado por los magistrados Mercedes Balbuena, Elsa Escobar y Aída Prieto, confirmó la sentencia N° 55 con fecha 4 de agosto de 2016 en la cual se condena a 23 años de pena privativa de libertad al letrado Guillermo Saúl Duarte, luego de que en la diligencia se haya comprobado su autoría en el asesinato de la joven estudiante Teresa Lichi (20).
La presidenta del cuerpo colegiado, Mercedes Balbuena, sostuvo que para llegar a la conclusión de este horrendo crimen fueron fundamentales las pruebas periciales que fueron las que brindaron la certeza de que el cráneo encontrado pertenecía a la víctima, además del cruce de llamadas y pertenencias de la joven que fueron incautadas del poder del ahora condenado.
No obstante, el representante de la querella adhesiva, abogado Ángel Ruiz Díaz, explicó que los familiares de la víctima no están conformes con la condena, por lo que presentarán otro recurso de apelación y volverán a exigir la pena máxima de 30 años más 10 de seguridad para la expareja de Teresa.
Por su parte, la defensa técnica de Guillermo Duarte, abogado Favio Ramos, indicó que presentarán un recurso de aclaratoria y nuevamente exigirán la inclusión de la prueba de ADN al cráneo, además de un recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Guillermo Saúl Duarte fue condenado, de forma unánime, a cumplir una pena de 23 años de encierro en el mes de agosto del año pasado por el tribunal de sentencia conformado por Paternio Vera como presidente, José Benítez y Nancy Roa.
Duarte se encuentra privado de su libertad hace más de cuatro años en la Penitenciaría Regional de Villarrica, en Guairá.
ANTECEDENTES
El 17 de abril de 2012, Teresa Lichi salió de su casa ubicada en Coronel Martínez con dirección a Villarrica, donde cursaba la carrera de kinesiología. Tres meses después de su desaparición se encontró un cráneo humano en un predio rural de Ñumí, que según varios estudios antropológicos y odontológicos concluyeron que corresponde a la joven.
Desde un principio los familiares sospecharon del abogado Guillermo Duarte, con quien Teresa mantenía una relación sentimental, porque el hombre siempre demostró ser posesivo, celoso y agresivo.