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El magistrado Miguel Tadeo Fernández firmó ayer los oficios que pidió el fiscal adjunto Roberto Zacarías, encaminados a concretar la extradición del narcotraficante paraguayo.
Sin embargo, estos trámites podrían haberse llevado a cabo con antelación, teniendo en cuenta que el mismo Zacarías pidió tres veces, el 13, 21 y 28 de diciembre de 2016, el expediente en primer lugar y luego presentó un escrito solicitando varias diligencias a Fernández. El juez en primera instancia había rechazado la extradición, pero la Corte la otorgó.
Se comprobó que “Capilo” ya no cuenta con proceso abierto en Paraguay porque tenía una causa en Pedro Juan Caballero por asociación criminal, pero resultó sobreseído definitivamente, además de un proceso por secuestro y otros hechos punibles en Concepción, pero tuvo eximición de medida cautelar de detención.
Asimismo, le “saltó” una investigación por extorsión en Pedro Juan Caballero del 2014, pero la fiscala Sandra Díaz Godoy dijo que no se pudieron corroborar los datos identificatorios del denunciado, ya que la víctima no se presentó a declarar.
Ayer se enviaron finalmente varios oficios a pedido del adjunto Zacarías.
El juez Fernández ofició a la Dirección de Cooperación y Asistencia Judicial Internacional de la Corte Suprema de Justicia para que, por intermedio de la Dirección de Asuntos Legales del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Embajada de la República Federativa del Brasil en nuestro país, se arbitren los mecanismos para hacer efectiva la extradición del requerido.
Además, remitió oficios a la Comandancia de la Policía Nacional y a la Agrupación Especializada a fin de informar que a la fecha se encuentra vigente la medida cautelar de prisión preventiva ordenada el 22 de marzo de 2010. Asimismo, se envió un escrito a la Dirección de Política Consular del Ministerio de Relaciones Exteriores para que, por su intermedio, el Consulado General de la República del Paraguay en Brasil brinde asistencia necesaria a Carlos Antonio Caballero una vez efectivizada la extradición.
“Capilo” fue capturado el 27 de diciembre de 2009 junto a Jarvis Chimenes Pavão y cumplió una condena de 7 años. Es requerido por la justicia brasileña por narcotráfico, tráfico de armas y “proveer” sicarios al PCC (Primer Comando Capital).