Cargando...
La banda internacional fue desbaratada después de la detención en horas de la mañana del nigeriano Jolly Ehiarinmwian (43), en una operación practicada en el centro de Luque por personal de la comisaría 3ª Central, quienes hallaron en su poder, entre otras cosas, varias tarjetas magnéticas presumiblemente clonadas y aparentemente expedidas en Brasil, según el reporte del corresponsal Arnaldo Espínola.
Sin embargo, después tomaron intervención los agentes del departamento Contra Delitos Económicos y Financieros, quienes ya venían siguiendo al mismo africano en conexión con una serie de denuncias de estafas a algunos empresarios paraguayos, a quienes engañaba a través del sistema conocido como alquimia.
La modalidad consiste en prometer a las víctimas triplicar su dinero por medio de un supuesto proceso químico.
Por ejemplo, el “inversionista” paraguayo entregaba 10.000 dólares en efectivo y el africano, después de ejecutar su “arte”, le daba a cambio un sobre cerrado que supuestamente contenía 30.000 dólares, pero que no se tenía que abrir en dos días hasta que las sustancias químicas actuaran y triplicaran los billetes.
Obviamente, al cabo de dicho tiempo, las víctimas de las estafas abrían los sobres y encontraban solamente hojas blancas con impresiones borrosas de los billetes, similares a las fotocopias, explicó ayer el responsable de la investigación, comisario principal Abel Cañete.
Seguimiento
Con el cúmulo de pistas y la detención del primer africano, los efectivos de Delitos Económicos allanaron a la siesta la casa que habitaba Jolly Ehiarinmwian, en la zona del kilómetro 23 de la Ruta II.
En el sitio, los agentes hallaron una verdadera fábrica de billetes falsos, con una impresora multifuncional, un sofisticado software y hasta una matriz para copiar dólares.
Posteriormente, los uniformados detectaron otros cuatro inmuebles y detuvieron a seis cameruneses de la misma red, Elvis Kenmque Meutchie, Enmanuel Dejanga Eteki y José Wandi Nyanda. La lista sigue con Joseth Avobem Njoud, Patrick Etoundi y Theodore Cyrille Eteme.
Tras la serie de cateos, la Policía presentó como evidencia un fajo de 10.000 dólares falsos, más otros billetes de euros y guaraníes, así como las tintas utilizadas para la falsificación de los billetes.
El comisario Cañete detalló que la impresora tenía una capacidad de producción de hasta 10.000 dólares falsos por cada uso, el equivalente a unos 50.000 dólares apócrifos por mes.