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Al menos 15 asaltantes, todos vestidos con uniformes camuflados y armados con fusiles M-16, pistolas y revólveres, llegaron hasta frente al banco en una camioneta Toyota Hilux y una camioneta Nissan Navara, aunque justo en ese momento una patrullera de la comisaría 12ª local recorría el lugar.
Los criminales entonces neutralizaron primero al suboficial Claudio Ibarra Núñez (43), a quien le quitaron su pistola calibre 9 mm y lo esposaron por su vehículo.
En ese instante, también pasaba por el sitio el joven Arnaldo Ramírez Ojeda (20), a bordo de su motocicleta, pero también fue reducido.
Con el policía y el civil de rehenes, los miembros de la gavilla se posicionaron estratégicamente frente al banco y colocaron bombas C4, de uso militar, para tratar de quebrar la puerta de vidrio, abrir la bóveda y un cajero automático.
Pese a la potente explosión, ni la bóveda ni el cajero fueron abiertos, presuntamente porque los criminales direccionaron equivocadamente los explosivos.
El estruendo que se generó alertó a los demás uniformados de la comisaría local, a cargo del comisario Gervasio González, quienes rápidamente se desplazaron hasta el lugar.
Sin embargo, los maleantes optaron por huir, al no poder vaciar la bóveda.
Abandonados
Luego de que el operativo fuera abortado por los mismos asaltantes, los policías iniciaron un rastrillaje para localizar al suboficial y al civil desaparecidos, además de la patrullera robada.
Después de casi una hora, hallaron el vehículo policial en el kilómetro 255 de la Ruta VII, con ambos rehenes esposados adentro.
Sin embargo, la cuestión no terminó allí, ya que aproximadamente a las 04:00, la Policía halló en un camino vecinal de la misma zona una camioneta Volkswagen Saveiro roja, sin chapa, que no tenía puesta la llave y que tenía impactos de bala, presumiblemente de escopeta calibre 12.
Aparentemente, los maleantes intentaron quemar el rodado y hacer desaparecer evidencias, pero tampoco pudieron y decidieron dejarlo abandonado.
En los alrededores, los delincuentes previeron todo para el robo, ya que esparcieron 148 clavos “miguelito” en el camino vecinal conocido como Calle 10, a fin de evitar una persecución policial. La Policía intentará rescatar las imágenes del circuito cerrado.