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La víctima del violento golpe fue María Montserrat Jara, mayor de edad, quien a punta de pistola fue obligada a abrir la casa registradora y a entregar la suma de G. 3.000.000, producto de las ventas efectuadas horas antes, informaron.
La misma trabajadora relató que los dos sospechosos irrumpieron en el establecimiento comercial poco después de las 4:00, en el momento en que no había otra persona más que ella en el lugar.
Los maleantes tenían puestos cascos, portaban pistolas y actuaron con suma violencia. Tras conseguir el dinero, ambos salieron caminando del sitio y abordaron una motocicleta azul para escapar.
Tras la denuncia, agentes de la comisaría jurisdiccional, la 10ª Metropolitana, y expertos en Criminalística llegaron al comercio para levantar algunas evidencias que podrían ayudar a identificar a los asaltes.
Los oficiales también tomaron copias de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad instaladas dentro de la sucursal. Todos los elementos recogidos en la escena del hecho fueron remitidos al Departamentos Investigación de Hechos Punibles para la búsqueda de los sospechosos.