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Según la investigadora, la entonces secretaria de Capaclor y testigo del hecho intentó presentar el robo como móvil del crimen, pero cayó en contradicciones y luego se descubrió que se trató de un asesinato por encargo.
Se comprobó que Maidana había recurrido a su vecino Osmar Agustín Bogarín para “la realización de un trabajo, diciéndole que tenía un problema con una amiga y pidió que le consiga una persona para que le asuste”.
La mujer finalmente concretó un encuentro con el que resultó ser el sicario, Gustavo Gabriel Insfrán Álvarez, alias “Wason”, a través de su sobrino César Daniel Maidana, y en presencia de su pareja Gustavo Vidal Noguera, incluido en el hecho como cómplice. En el caso también está involucrada María Gabriela Villalba, la novia de Insfrán Álvarez. Con relación a estos cuatro procesados, la fecha de acusación expira en los próximos días.
Britos hace hincapié en que el móvil del crimen sería un faltante de dinero detectado por Doutreleau.
En ese sentido, cita a las testigos Sara Laterza y María José Quevedo, amigas de la víctima, quienes dijeron que Sonia fue seguida días antes del hecho y que sufrió una intoxicación y sospechaba de Maidana.