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BRASIL (AFP, EFE). Seis días después de lo que ya está considerada como una de las grandes tragedias ambientales de Brasil, los socorristas ven cada vez más escasas las posibilidades en encontrar supervivientes.
La tragedia ocurrió en la tarde del viernes pasado en la localidad de Brumadinho, municipio en el estado de Minas Gerais, por la ruptura de una de las presas de la gigantesca mina de hierro Córrego do Feijao, en la que Vale almacenaba toneladas de residuos minerales.
El portavoz del Cuerpo de Bomberos de Minas Gerais, el teniente Pedro Aihara, informó que los servicios de rescate lograron recuperar 15 cadáveres tan solo ayer, de los que 10 fueron localizados en el área del comedor de la compañía Vale, responsable por la mina donde se produjo el desastre.
Se trata del segundo desastre en el que Vale se ve implicada en poco más de tres años, cuando un dique de la minera Samarco, de la que tiene participación, rompió dejando al menos 19 muertos.
Tras la catástrofe del viernes, la Justicia brasileña bloqueó unos US$ 3.180 millones de las cuentas de Vale para garantizar el pago de las indemnizaciones a las víctimas y las reparaciones ambientales.
El alud provocado por la ruptura sepultó las instalaciones de la propia empresa y diversas viviendas en áreas rurales. La mayoría de las víctimas y desaparecidos son empleados de Vale que estaban en el restaurante de la firma a la hora del almuerzo.
La compañía anunció la víspera que “acabará” con todas sus represas que poseen un sistema de diques similar al de la mina de Brumadinho a fin de “evitar nuevas tragedias” en el futuro.
Pese a las millonarias pérdidas que Vale sufrirá como responsable de la tragedia por el pago de indemnizaciones y de la reparación de los daños, nadie duda de la solidez de la compañía ni de que vuelva a operar en la región afectada.
El sindicato de la empresa también exigió que la minera “mantenga el pago de salarios a las familias de los empleados muertos o desaparecidos que trabajaban en Brumadinho.
Vale anunció que mantendrá los salarios y que donará unos US$ 26.315 a cada familia de las víctimas de la tragedia, valor que es independiente de las indemnizaciones que la compañía tendrá que pagar.
Zona de alto riesgo
Otros desastres como el Brumadinho podrían ocurrir en Brasil, teniendo en cuenta que casi el 10% de las 450 represas del estado de Minas Gerais carecen de condiciones de seguridad satisfactorias, advirtió Luiz Jardim, especialista en minería de la Universidad de Río de Janeiro (UERJ). La avalancha de lodo, según WWF, destruyó al menos 125 hectáreas de bosques.