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Un caso particularmente relevante es el de Leopoldo López, activista de los derechos humanos y padre del preso político más emblemático del régimen chavista de Venezuela.
“No se requiere tener un pasaporte especial para ser un defensor de las libertades y la democracia en cualquier parte del mundo. Yo, legalmente, soy español, tengo la nacionalidad y por tanto estoy participando como cualquier otro ciudadano español”, dice López, candidato independiente en la lista europea del Partido Popular español (PP, conservador).
Otros son la hispanovenezolana María Luisa Alonso (Ciudadanos, liberal) y el hispanoargentino Gerardo Pisarello (Unidas Podemos, procomunista) son ejemplos recientes de ello.
Ambos fueron elegidos diputados en las elecciones generales del 28 de abril pasado y este miércoles se sentaron por vez primera en el Congreso español.
También es hispanoargentina Mónica Silvana González, parlamentaria socialista en la región de Madrid desde 2015, y ahora candidata en las elecciones europeas del 26 de mayo.
Cree que el aumento de candidatos electorales iberoamericanos es un “proceso natural” debido al fenómeno migratorio, aunque matiza que el “mestizaje político es todavía muy tímido”.
Otros optan por la política local, como en los municipios y autonomías regionales.