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Mientras que la organización policial internacional Interpol, cuya sede se encuentra en Lyon (este de Francia), anunció ayer la dimisión “con efecto inmediato” de su presidente chino.
Hongwei, elegido por cuatro años, debía terminar en 2020. El surcoreano Kim Jong Yang, vicepresidente del comité ejecutivo de Interpol, lo reemplazará hasta la elección de un nuevo presidente por dos años en la 87ª asamblea general de la organización en Dubái, del 18 al 21 de noviembre.
Según autoridades chinas, Meng Hongwei “está siendo investigado por sospechas de haber violado la ley”, aunque la Comisión Nacional de Supervisión, encargada de los casos de corrupción de los funcionarios públicos chinos, no especificó cuáles normas violó. Tampoco, las causas de la detención ni si había vulnerado alguna de las normas del Partido Comunista.
Meng fue viceministro de Seguridad Pública del Gobierno chino hasta su nombramiento como jefe de Interpol, en 2016.
Según cifras oficiales, 1,5 millones de responsables chinos fueron investigados en el marco de una “campaña anticorrupción” emprendida por el régimen comunista de Xi Jinping, pero la que se sospecha que sirve para perseguir a los opositores.