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El ensayo titulado El Estado de Israel armó las dictaduras en América Latina pertenece a Israel Shahak, presidente de la Comisión por los Derechos Humanos y Civiles de Israel y profesor de química de la Universidad Hebrea de Jerusalén, fallecido en 2001.
La investigación, que se publica por primera vez en castellano y que fue censurada en Israel, incluye tajantes declaraciones del estadounidense Noam Chomsky, afirmando que las alianzas de Israel con las dictaduras latinoamericanas, con Sudáfrica y otros estados de tortura y terror, en general han servido a los intereses norteamericanos.
A la luz de la dependencia sin precedentes de Israel de los Estados Unidos y de los estrechos vínculos entre las industrias armamentísticas israelíes y norteamericanas, es difícil creer que el flujo de armas no se hubiese podido detener si el Gobierno norteamericano hubiera decidido ese resultado, afirma el escritor estadounidense.
Del mismo modo no se puede creer que el Gobierno o los principales medios norteamericanos fueran incapaces de detectar la provisión de armas de Israel a las dictaduras latinoamericanas, completa Chomsky.
El ensayo aporta documentación sobre las armas israelíes que utilizaron los militares de Guatemala, El Salvador y Nicaragua para reprimir los movimientos guerrilleros y las manifestaciones estudiantiles opositoras durante la década del 70.
En el caso de la dictadura de Anastasio Somoza en Nicaragua durante el último año de existencia de ese régimen, Israel le proveyó el 98 por ciento de sus importaciones de armas, precisa el ensayo.
El agente que negoció la venta de armas a Somoza era David Marcos Katz, representante de aproximadamente diecisiete empresas israelíes, siendo la más importante la industria Aeronáutica y de Armamento (Taas), afirma el ensayo.
Shahak investigó que el mencionado Katz mantuvo vinculaciones con el partido ultrarreligioso Gush Emunim y con algunos allegados al primer ministro Ariel Sharon, mientras proveía de armas a Somoza.
El ensayo explora los detalles de la gira oficial que realizaron los generales israelíes Hayim Laskov y Motta Gur en 1978 por Argentina y Chile, donde fueron recibidos con honores por ambas dictaduras militares.
La investigación también demuestra que en 1982, con el presidente estadounidense Ronald Reagan, Israel recibió 806 millones de dólares en ayuda militar, de los cuales 21 millones fueron para triangular con la dictadura guatemalteca, tal como confirmaron luego generales de ese país centroamericano.
La publicación en castellano para América Latina y España del ensayo de Shahak fue emprendida por el filósofo e historiador Saad Chedid, a través de la editorial Canaan de Buenos Aires, Argentina, quien en declaraciones a ANSA resaltó que la mayoría de los países latinoamericanos recibió ayuda militar del gobierno de Israel, con excepción de Brasil.
La investigación, que se publica por primera vez en castellano y que fue censurada en Israel, incluye tajantes declaraciones del estadounidense Noam Chomsky, afirmando que las alianzas de Israel con las dictaduras latinoamericanas, con Sudáfrica y otros estados de tortura y terror, en general han servido a los intereses norteamericanos.
A la luz de la dependencia sin precedentes de Israel de los Estados Unidos y de los estrechos vínculos entre las industrias armamentísticas israelíes y norteamericanas, es difícil creer que el flujo de armas no se hubiese podido detener si el Gobierno norteamericano hubiera decidido ese resultado, afirma el escritor estadounidense.
Del mismo modo no se puede creer que el Gobierno o los principales medios norteamericanos fueran incapaces de detectar la provisión de armas de Israel a las dictaduras latinoamericanas, completa Chomsky.
El ensayo aporta documentación sobre las armas israelíes que utilizaron los militares de Guatemala, El Salvador y Nicaragua para reprimir los movimientos guerrilleros y las manifestaciones estudiantiles opositoras durante la década del 70.
En el caso de la dictadura de Anastasio Somoza en Nicaragua durante el último año de existencia de ese régimen, Israel le proveyó el 98 por ciento de sus importaciones de armas, precisa el ensayo.
El agente que negoció la venta de armas a Somoza era David Marcos Katz, representante de aproximadamente diecisiete empresas israelíes, siendo la más importante la industria Aeronáutica y de Armamento (Taas), afirma el ensayo.
Shahak investigó que el mencionado Katz mantuvo vinculaciones con el partido ultrarreligioso Gush Emunim y con algunos allegados al primer ministro Ariel Sharon, mientras proveía de armas a Somoza.
El ensayo explora los detalles de la gira oficial que realizaron los generales israelíes Hayim Laskov y Motta Gur en 1978 por Argentina y Chile, donde fueron recibidos con honores por ambas dictaduras militares.
La investigación también demuestra que en 1982, con el presidente estadounidense Ronald Reagan, Israel recibió 806 millones de dólares en ayuda militar, de los cuales 21 millones fueron para triangular con la dictadura guatemalteca, tal como confirmaron luego generales de ese país centroamericano.
La publicación en castellano para América Latina y España del ensayo de Shahak fue emprendida por el filósofo e historiador Saad Chedid, a través de la editorial Canaan de Buenos Aires, Argentina, quien en declaraciones a ANSA resaltó que la mayoría de los países latinoamericanos recibió ayuda militar del gobierno de Israel, con excepción de Brasil.