Iglesia admite “horribles crímenes”

El Vaticano manifestó sentir “vergüenza y dolor” ante los “crímenes horribles” cometidos por curas pederastas en EE.UU., luego de que se conocieran detalles de la investigación sobre abusos sexuales perpetrados por unos 300 sacerdotes en Pensilvania.

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CIUDAD DEL VATICANO (AFP). Una investigación de la Fiscalía de Pensilvania destapó abusos sexuales perpetrados por más de 300 “curas depredadores” y su encubrimiento por parte de jerarcas de la Iglesia Católica de ese estado, donde al menos 1.000 niños fueron víctimas de esos actos, en los últimos 70 años. 

El Vaticano aseguró en un comunicado que el Papa estaba del lado de las víctimas y subrayó “la necesidad de obedecer la legislación civil, incluida la obligación de denunciar los casos de abusos a menores” para que estos crímenes no queden impunes. 

“Las víctimas deben saber que el Papa está de su parte. La Iglesia quiere escucharlos para erradicar este trágico horror que destruye la vida de los inocentes”, afirma. 

No es la primera vez que un jurado popular publica un informe que desvela escándalos de pederastia en el seno de la Iglesia Católica estadounidense, pero jamás se habían revelado tantos casos. 

“Curas violaron a niños y niñas, y los hombres de iglesia que eran sus responsables no hicieron nada. Durante décadas”, escribieron los miembros del jurado.

El informe del gran jurado contiene detalles escalofriantes, como que los sacerdotes católicos del Pensilvania utilizaron rituales religiosos, símbolos de la fe y la amenaza de una eternidad en el infierno para tocar, abusar y violar a menores.

El principal fiscal del estado calificó el hecho como una “armamentización de la fe”, es decir, los sacerdotes pedófilos emplearon la propia fe de las víctimas y su confianza en ellos como líderes religiosos para abusar de ellos y silenciarlos. 

El Vaticano dijo tomar “muy en serio” el informe y aseguró que “dos palabras pueden expresar lo que se siente ante esos crímenes horribles: la vergüenza y el dolor”, y que “los abusos descritos en el informe son criminales y moralmente reprobables. Estos hechos han traicionado la confianza y han robado a las víctimas su dignidad y su fe”, asegura. 

La Santa Sede recuerda, sin embargo, que la mayor parte de los casos mencionados son anteriores al comienzo de los años 2000, cuando la revelación de varios escándalos llevó a la Iglesia Católica estadounidense a emprender “reformas”.

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