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Sin embargo, precisó que preferentemente la medida debería alcanzar a las de origen natural y no las químicas, "porque allí -dijo- la cosa es más dañina".
Batlle, en su primer año de gobierno, fue de los primeros políticos en mencionar la posibilidad de legalizar el consumo de "drogas blandas", aunque después archivó el tema porque en caso de prosperar "vendrían argentinos y brasileños" a fumar marihuana a Uruguay, recordó el diario.
En las declaraciones a la República, precisó que "todo el mundo" debería legalizar el consumo de la droga" y no limitar la acción a un solo país.
El ex Mandatario indicó que "las decisiones deben darse en aquellas grandes naciones donde se constata el mayor consumo y la elaboración de la droga, porque de lo contrario, si un pequeño país como Uruguay despenaliza se transforma en el reducto elegido para que lleguen todos aquellos que no pueden consumir en su país de origen".
Consideró que el combate más efectivo contra el consumo de estupefacientes debe darse por el camino económico y no por el lado de la represión.
Las juventudes del partido Socialista y de la Vertiente Artiguista, integrantes de la izquierdista coalición de gobierno Frente Amplio (FA), plantearon esta semana la posibilidad de discutir la liberación del consumo de marihuana, para que los adictos opten por esta droga y no otras más perjudiciales como la "pasta base", elaborada en base a residuos de cocaína y otros elementos químicos.
El presidente de la estatal Junta Nacional de Drogas, Milton Romani, indicó que la legalización de la venta de marihuana es un tema que "no está en la agenda" del organismo, pero se manifestó partidario de que pueda debatirse en el ámbito parlamentario y en la sociedad.
Romani entendió que "el debate y la discusión constituyen un paso adelante en el terreno de toda normativa legal", así como en los aspectos de la prevención y tratamientos de adictos.
NO A LA REPRESIÓN
Jorge Batlle fue uno de los primeros políticos que hablaron de legalización de las drogas blandas y considera que el combate más efectivo va por el camino económico y no por la represión. En el primer año de su gobierno en Uruguay tuvo que archivar una iniciativa al respecto por temor a que argentinos, brasileños y de otros países vayan a fumar marihuana en Uruguay. Las decisiones deben tomar las grandes naciones donde se constatan los mayores consumos y los más grandes productores.