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SAN SALVADOR (EFE). Nayib Bukele alcanzó su objetivo de gobernar el país con la conservadora Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) después de dedicar 6 años de su vida a la política local como alcalde de la mano del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Bukele liquidó el pleito en primera ronda al ganar con 53% de los votos en las presidenciales del domingo, dejando en segundo puesto a Carlos Calleja, con 31%; y en tercera ubicación, muy rezagado, Hugo Martínez del oficialista FMLN, con 13%.
Bajo la bandera de GANA, Bukele se convirtió en el primer mandatario en gobernar El Salvador con una formación diferente a Arena, partido que dirigió el país por dos décadas (1989-2009), y el FMLN, en el poder desde el 2009.
Entre sus principales desafíos como gobernante está sellar acuerdos para combatir la violencia pandillera y levantar la economía.
El nuevo mandatario tendrá que gobernar en alianza con la oposición al menos hasta 2021, cuando se efectúen las próximas elecciones legislativas.
Bukele, de origen árabe-palestino, fue expulsado del FMLN, pero su insistencia le permitió hacerse un hueco en GANA. Fue alcalde de Nuevo Cuscatlán (2012-2015) y luego de la capital, San Salvador (2015-2018).
Discrepancias con la cúpula de FMLN (exguerrilla) terminaron con su expulsión en 2017.
En el último minuto, el ahora presidente electo optó por la única posibilidad que le quedaba: tratar de buscar la presidencia de la mano de GANA, cuya cúpula le tendió el puente para llegar a la Casa Presidencial. Asumirá sus funciones, el próximo 1 de junio.
Nacido en San Salvador en 1981, señaló en repetidas ocasiones que si llegaba a la Presidencia gobernaría con independencia de GANA y que la dirección de esa formación no intervendrá en sus decisiones.
Bukele deberá atender el ya viejo problema de las violentas pandillas, que extorsionan a la población y fueron responsables de la mayoría de los 3.340 homicidios cometidos en 2018 en El Salvador, un país con una tasa de 51 muertes por cada 100.000 habitantes.
El FMLN, tras dos periodos al frente del Ejecutivo, comenzó su declive en 2018 tras la derrota en las legislativas y municipales. Quedó con una mermada representación parlamentaria.