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WASHINGTON (AFP). Irán, por su parte, advirtió que se plantará con firmeza ante el “hostigamiento” de Washington.
El gobierno del presidente Donald Trump sancionó a 700 individuos, empresas y entidades iraníes, incluida la Organización de la Energía Atómica de Irán, pero anunció que ocho países (China, India, Italia, Grecia, Japón, Corea del Sur, Taiwán y Turquía) estarán exentos de esas restricciones.
Seis meses después de haber retirado a EE.UU. del acuerdo nuclear firmado en 2015, el secretario de Estado Mike Pompeo dijo que la meta de Washington era que Teherán abandone “su rumbo revolucionario”.
Aunque no exigió un cambio de régimen, Pompeo reiteró que Irán debe terminar con políticas que tienen su raíz en la revolución islámica de 1979 y que incluyen el apoyo a fuerzas como la milicia islámica Hezbolá (organización extremista chii libanesa) y el desarrollo de misiles.
“Tenemos esperanzas de que un acuerdo con Irán es posible, pero hasta que no haga los 12 cambios que pedimos en mayo, seremos implacables en la presión al régimen”, expresó Pompeo.
Las sanciones entraron en vigor al cumplirse el 39° aniversario de la toma de la embajada estadounidense en Teherán tras el triunfo de la Revolución islámica.
Pompeo afirmó que Estados Unidos procura “privar al régimen iraní de fondos que utiliza para financiar actividades violentas en Oriente Medio y en todo el mundo”.
Inspectores de las Naciones Unidas dicen que Irán se atiene a un acuerdo alcanzado por Barack Obama, antecesor de Trump, para frenar el programa nuclear de Teherán.
Ese acuerdo fue respaldado por potencias europeas, Rusia y China y avalado por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Desde su llegada al poder en enero de 2017, Trump considera el acuerdo nuclear una aberración y aplica una política hostil hacia Irán.
En agosto pasado ya le impuso una primera ronda de sanciones económicas. La última salva de sanciones apunta a derribar las exportaciones iraníes de crudo –que ya habían caído a un millón de barriles diarios desde mayo– e impedirle acceder a financiamiento de bancos extranjeros.
Si bien Washington prohibió toda cooperación nuclear con Irán, estableció tres excepciones para programas nucleares con fines civiles.
El FMI estima que las sanciones le causarán a Irán una contracción económica de 1,5% este año y de 3,6% en 2019. Ya antes de la sanciones la economía Irán estaba azotada por grandes problemas; entre ellos corrupción generalizada, débiles inversiones y un sector financiero cargado de activos tóxicos.