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HONG KONG (AFP, EFE). La polémica comenzó cuando publicaciones especializadas como la revista estadounidense MIT Technology Review se hicieron eco del estudio del científico chino He Jiankui, quien comenzó a difundir este domingo videos en Youtube en los que aseguraba haber modificado los genes de unas gemelas.
El investigador, formado en Stanford en Estados Unidos y que dirige un laboratorio especializado en el genoma, explicó haber empleado la técnica Crispr-Cas9, llamada “tijeras genéticas”, que permite quitar y reemplazar las partes no deseadas del material genético, como se corrige una falta en una computadora.
Las bebés, llamadas “Lula” y “Nana”, nacieron por fecundación in vitro de un embrión modificado antes de ser implantado en el útero de la madre.
“Justo después de inyectar el esperma del marido en el óvulo, un embriólogo inyectó una proteína Crispr-Cas9 encargada de modificar un gen para proteger a las niñas de una futura infección de VIH”, explicó He Jiankui.
Controversia
“Entiendo que mi trabajo sea controvertido, pero creo que las familias necesitan esta tecnología y estoy dispuesto a aceptar las críticas por ellos”, dice en uno de los vídeos.
La Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur de la ciudad de Shenzhen, donde se desempeña He, comunicó ayer que no tenía conocimiento de este proyecto.
La institución dijo que se sentía “profundamente conmocionada por el caso” e instó a He, en receso desde febrero de este año, a que acuda cuanto antes para dar explicaciones.
“La Universidad convocará a expertos internacionales para investigar este incidente, que supone una grave violación de la ética y los estándares académicos”, señaló la institución sobre el proyecto.
Al mismo tiempo, este autoproclamado experimento médico no fue verificado de manera independiente. El equipo chino no publicó sus resultados en una revista científica.
Cien científicos chinos también publicaron una declaración conjunta en la que criticaban el experimento y pedían que se modifique la legislación sobre la fecundación in vitro.
Esta experimentación médica era conocida desde hace tiempo, pero ningún científico se atrevió a utilizarla ya que “nadie puede predecir el impacto incierto de estas modificaciones genéticas”, critica este grupo de científicos que considera que se ha abierto “una caja de Pandora”.
El investigador He Jiankui no ha respondido de inmediato a las preguntas formuladas por la prensa.