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SEÚL (AFP, EFE).Pyongyang había anunciado ayer la puesta en órbita de un satélite mediante un cohete, un lanzamiento condenado por la comunidad internacional que considera que se trata en realidad de una prueba encubierta de un misil balístico intercontinental.
Corea del Norte insiste en que el lanzamiento es parte de un programa espacial exclusivamente científico, pero muchos países lo consideran un ensayo camuflado para dotar al régimen de misiles intercontinentales capaces de transportar bombas atómicas hasta cualquier lugar del planeta.
El cohete de largo alcance despegó de la base de Sohae, en el noroeste del país, y voló durante nueve minutos y medio en dirección sur hasta liberar y poner en órbita el satélite Kwangmyongsong-4 (Estrella Brillante-4, un nombre que hace referencia al fallecido exdictador Kim Jong-il, padre del actual líder).
China y Rusia, países que mantienen vínculos políticos y económicos con Corea del Norte, también expresaron su condena al lanzamiento.
Pocas horas después del anuncio, Corea del Sur y Estados Unidos anunciaron el inicio de negociaciones para desplegar en territorio surcoreano el sistema antimisiles estadounidense THAAD.
En Nueva York, la declaración del Consejo de Seguridad fue aprobada en una sesión de emergencia por sus 15 miembros, incluido China, el principal aliado de Pyongyang.
“Los miembros del Consejo de Seguridad adoptarán rápidamente una nueva resolución imponiendo medidas significativas en respuesta a estas peligrosas y graves violaciones” de resoluciones de la ONU, indica la declaración.
El lanzamiento, que ignora las resoluciones de Naciones Unidas y las advertencias previas de las grandes potencias, tuvo lugar un mes después de que Corea del Norte procediera a su cuarto ensayo nuclear.
La puesta en órbita del satélite no pudo ser confirmada.