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Lo sucedido entonces en Ecuador guarda una sombría semejanza con lo que podría llegar a pasar en nuestro país, si nos atenemos a las amenazas proferidas por varios grupos que desprecian la convivencia democrática.
Llamadas a "rodear el Congreso", discursos en los que se descalifica a las instituciones democráticas, la utilización perversa de los afectados por problemas sociales, únicamente en beneficio partidario; son algunos de los métodos empleados por los correístas en Ecuador, y que se observan cotidianamente en el Paraguay.
En Ecuador, cuando asumieron las nuevas autoridades, oficialistas y opositores hablaban de la necesidad de reformas políticas en el país.
Sin embargo, pronto se vería que el camino elegido por los gubernistas para implementar tales cambios en el Estado no pasaban precisamente por el respeto a las instituciones democráticas.
A los cuatro meses de asumir, el nuevo Gobierno había destrozado la institucionalidad, desbaratando los otros poderes del Estado, sometiendo al Legislativo y al Judicial a los designios autocráticos del Ejecutivo.
En el programa Siglo a Siglo, de Arnoldo Wiens, fue emitido un documental que relata estos hechos. A continuación, un resumen de dicho documental, titulado: "Democracia a palos".
Los juramentos
El 5 de enero de 2007 jura el nuevo Congreso ecuatoriano, compuesto por 100 miembros, y votado por 4.800.000 ecuatorianos.
La oposición obtuvo la mayoría de las bancas y el diputado opositor, Jorge Cevallos, es elegido presidente del Congreso Nacional con 82 votos a favor.
El 15 de enero de ese año asume como Presidente de la República, Rafael Correa, elegido con 3.517.635 votos, con la singularidad de que no jura respetar la Constitución y las leyes.
Al preguntársele en el acto la fórmula legal: ¿jura "cumplir la Constitución Política y las leyes de la República (...) respetar la institucionalidad democrática del país dentro del Estado Social de Derecho, consagrado en la Carta Magna?", Correa responde con una frase declarativa propia: "Ante Dios y ante el pueblo ecuatoriano juro cumplir el mandato que me otorgó la ciudadanía del Ecuador, el 26 de noviembre".
Esto, que alguien podría tomarlo como un detalle de mera forma, no es tal.
La fórmula prescrita para el juramento está consagrada en la Constitución, y está redactada de una manera que debe ser acatada en su integridad.
Esto es así, justamente, para dar formalidad a un acto tan delicado e importante para el Estado. Nadie puede, a su antojo, realizar un "juramento particular".
No obstante, esa violación fue pasada por alto por quienes debían velar por el fiel cumplimiento de la norma constitucional.
Comienzan las turbas
El 23 de enero, un grupo de unas decenas de personas se aglomera frente al Tribunal Supremo Electoral (TSE) para "solicitar" que ese organismo realice el llamado a Consulta Popular para reformar la Constitución.
Ese día, la turba ataca el edificio, rompiendo ventanas y agrediendo a funcionarios que se hallaban dentro.
El 30 de enero, una multitud rodea la sede del Parlamento, exigiendo que se vote la Consulta Popular, lo que obliga a la evacuación del mismo.
Llegó así el 13 de febrero, fecha en que el Congreso aprobó, por mayoría simple, el llamado a la Consulta.
El Gobierno negó haber pactado con algunos diputados opositores, quienes votaron a favor de la iniciativa propiciada por el oficialismo.
Destitución arbitraria
El TSE convocó a la Consulta Popular el 1 de marzo, pero lo hizo con el estatuto propuesto por el Ejecutivo, contrario al aprobado por el Congreso Nacional.
Por este motivo, la Legislatura aprobó el 7 de marzo la sustitución del presidente del Tribunal Electoral y de varios vocales, para someterlos a juicio político, de acuerdo a la Constitución.
Ese mismo día, el presidente del TSE anunciaba que ese organismo "ha procedido a destituir de sus cargos o dignidades de diputados y suspender los derechos políticos por un año a todos los diputados que votaron en contra de la Consulta (
) además de aquellos diputados que presentaron la demanda de inconstitucionalidad en contra de este Tribunal".
No se estableció procedimiento de juicio alguno, ni se brindó el derecho a la defensa a los "destituidos".
La medida afectó a 57 diputados de la oposición, acabando de un plumazo con su mayoría en el Congreso, que pronto estaría copado con los suplentes, ya alineados con el oficialismo, como se ve más adelante.
Agresiones callejeras
El 9 de marzo comienza una serie de agresiones hacia los diputados "destituidos".
Ese día un grupo ataca el vehículo de un legislador ante miembros de la Policía, que nada hacen para defenderlo de la turba violenta. Casos como ese se suceden en los días siguientes, toda vez que alguno de los 57 diputados es visto en público.
Entonces, "espontáneas" manifestaciones de pequeños grupos, partidarios del gobierno de Rafael Correa, atacaban, sin que la Policía interviniera en defensa de los agredidos.
Amparos no respetados
El 13 de marzo, bajo un amparo constitucional, los diputados "destituidos" por el TSE intentan entrar a la sede del Congreso para sesionar, pero las fuerzas policiales, con órdenes de Rafael Correa, se los impiden.
El 13 de abril el TSE "destituye" a los jueces que dieron recurso de amparo a favor de los 57 diputados.
El 23 de abril, el Tribunal Constitucional (TC) anuncia la inconstitucionalidad de la medida tomada por el TSE para "destituir" a los 57 diputados.
Entre las razones dichas en la sentencia figuran que no se respetó el derecho a la defensa, el uso de figuras legales inexistentes en el derecho ecuatoriano y otras irregularidades.
El TC sentenció además que los diputados debían ser repuestos en sus cargos.
Mientras el presidente del Tribunal Constitucional leía la resolución ante la prensa un grupo de exaltados invadió el despacho, ubicado en el noveno piso del edificio del Tribunal.
Más destituciones
Inmediatamente, corre el rumor de que los miembros del TC, que resolvieron la inconstitucionalidad de la medida del TSE, serán destituidos por el Congreso, con los nuevos miembros afines al Gobierno.
El 24 de abril, al día siguiente de la declaración del TC, diputados suplentes se reúnen en secreto en una hostería.
Cuando la prensa los sorprende, se retiran sin dar declaraciones, acelerando los autos e, incluso, algunos escondidos bajo manteles, en el asiento posterior de sus vehículos.
En la reunión participa el secretario particular del ministro de Gobierno.
El atraco al Congreso
El 25 de abril, los diputados que suplirían a los titulares, ilegalmente destituidos, son sorprendidos por la prensa subiendo a un bus policial, a las 5 de la madrugada.
El cordón policial, que rodea al Congreso por orden de Correa, deja pasar al vehículo. De esta forma, entre gallos y medianoche pocas veces mejor dicho se perpetra el atraco al Congreso ecuatoriano.
Entonces, esos diputados, sumados a los ya existentes del partido de Gobierno, votan la "destitución" de los 9 miembros del Tribunal Constitucional, que habían declarado la inconstitucionalidad de la medida que destituyó a los 57 diputados opositores.
El 31 de mayo ese Congreso gubernista nombra a los nuevos miembros del Tribunal Constitucional.
Y, como broche al golpe institucional, el 24 de julio, el nuevo TC anula, retroactivamente, las decisiones tomadas por ese mismo Tribunal cuando estaba integrado por los miembros que fueron destituidos por el Congreso, que ya estaba controlado por las fuerzas de Correa.
Lo que se presenta aquí es un resumen de un impactante documental sobre el golpe al Congreso ecuatoriano por parte del régimen de Rafael Correa, a principios de 2007, en medio de amenazas y actos muy similares a los que se están dando hoy en el Paraguay. El documental fue emitido el pasado 5 de julio en el programa Siglo a Siglo en Red Guaraní, dirigido por Arnoldo Wiens, quien autorizó su reproducción en ABC. Los interesados pueden acceder a la versión completa aquí: http://www.abctv.com.py/internacionales/documental-democracia-en-ecuador-parte-1-19948
http://www.abctv.com.py/internacionales/documental-democracia-en-ecuador-parte-2-19950