"En el contrato está establecido un acuerdo con el Gobierno argentino de que el gas no se reexporta a terceros países", dijo ayer el ministro boliviano de Hidrocarburos, Carlos Villegas, en una entrevista con Efe.

"Es una decisión de principios del Gobierno", dijo el ministro al admitir que la postura está vinculada al reclamo de una salida al mar que Bolivia le hace a Chile.

Bolivia perdió su litoral en una guerra librada a fines del siglo XIX contra Chile.

La condición para evitar la reventa del gas a Chile quedó fijada en los acuerdos suscritos el jueves por los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Argentina, Néstor Kirchner, en la ciudad oriental de Santa Cruz.

La venta de gas a Argentina, que generará en 20 años unos 50.000 millones de dólares, convierte a Bolivia en el principal proveedor de gas del Cono Sur, porque tiene un contrato casi igual con Brasil.

Villegas explicó que el gas exportado abastecerá a la región del noreste de Argentina mediante la construcción de un gasoducto, lo cual "muestra que no se va a enviar gas boliviano hacia Chile".

Según el ministro, los 27,7 millones de metros cúbicos diarios representan apenas el 20 por ciento del consumo argentino, que ronda los 120 millones.

El canciller boliviano, David Choquehuanca, declaró el miércoles pasado en Montevideo que, aunque "no está en la agenda oficial", su país está hablando con Chile sobre la posibilidad de venderle gas directamente.
"Con Chile llevamos adelante un proceso de diálogo y tenemos una agenda oficial, y en esa agenda por primera vez está contemplado el tema marítimo y no está el tema del gas, oficialmente. Sin embargo los ministros tienen algunos encuentros a nivel técnico", dijo Choquehuanca.