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ARROYOS Y ESTEROS, Dpto. de Cordillera (Desirée Cabrera, de nuestra redacción regional). Para los amantes de la pesca deportiva, existen varias opciones en el tercer departamento. Este distrito, conocido como la “esmeralda de la Cordillera” por la vegetación que mantiene su territorio, ofrece numerosas opciones. La localidad es regada por los ríos Manduvirã, Piribebuy y Yhaguy, en cuyas zonas de amortiguamiento existen humedales, lagunas y arroyos con mucha población ictícola.
Un sitio poco conocido es el puerto Naranja Hái, ubicado en la compañía del mismo nombre a 84 kilómetros de Asunción. Se llega al lugar por un trayecto empedrado de 17 kilómetros desde la Ruta III “Gral. Aquino”.
El lugar se caracteriza por su exuberante vegetación y un paisaje inigualable. En la orilla hay enormes piedras, que sirven para que los pescadores se acomoden para esperar que caiga un pez.
Se puede pescar desde la orilla del río, donde generalmente se encuentran mandi’i, armado, pico de pato, piraña y otros. Durante la noche, entre las piedras, se destaca la pesca del tare’ýi, que pueden llegar a pesar hasta un kilo y medio, según mencionaron los lugareños.
Además, los visitantes tienen la opción de lograr una excelente pesca a poca distancia del puerto. El viaje en lancha dura apenas minutos.
En la margen sur al río Paraguay –donde desemboca el Manduvirã– se pueden capturar corvinas y en la zona de “Puerto Emiliano” el preciado dorado, así como otras especies en el riacho He’ê, comentó Isidro Cano, quien desde hace diez años cuida el puerto junto a su familia.
Canoas para alquilar
El lugar es público. Isidro Cano, además de proteger el área, hace de guía de los visitantes y cuida las pertenencias de las personas que deciden trasladarse a otras zonas para pescar en lanchas y botes. Los que quieren, le dan un “aporte a voluntad” por el servicio.
En el sitio se pueden alquilar canoas para pescar, por G. 50.000 por noche, comentó Isidro Cano.
Familias enteras se llegan al sitio atraídas por su belleza y la tupida vegetación, ideales para pasar un fin de semana de descanso reparador.
La tranquilidad que se respira en la zona produce una sensación indescriptible. La invitación para conocer el puerto Naranja Hái, a orillas del caudaloso y encantador río Manduvirã, está hecha.