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Algunos padres refirieron que la capilla queda a unos 600 metros de la escuela, pero por tratarse de un barrio donde la inseguridad reina, varios optaron por cambiar a otra escuela a sus hijos. Algunos decidieron trasladar a sus pequeños porque la unidad de trasporte público interno no llega hasta la capilla.
Los padres de familia lamentaron que pese a que en octubre último se iniciaron las obras no hayan terminado para el inicio del año lectivo de 2018. “Nos preocupa que nuestros hijos tengan que dar clases nuevamente bajo árboles y que cuando llueva se desesperen porque no pueden desarrollar tareas, nada. Nos causa indignación porque las obras pararon durante las vacaciones de tres meses”, lamentó una madre que prefirió el anonimato.
La directora de la escuela, profesora Cristina Duré, indicó que tiene la promesa de que en unos días más los trabajos estarán finalizados. En la Municipalidad se les informó que la refacción de las tres aulas restantes está en proceso de llamado a licitación, dijo.