Negocio de la marihuana sigue igual que siempre

El cultivo y el tráfico de marihuana siguen imparables en Canindeyú. El combate para parar el flagelo resulta infructuoso, debido a la vinculación de policía, influyentes políticos y poderosos financistas que operan desde la clandestinidad.

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Desde hace años, dos bandas de narcotraficantes se enfrentan hasta el "exterminio" en la fronteriza localidad de Ypehû, por mantener el liderazgo y predominio del negocio. Los productores abandonaron los cultivos tradicionales debido a las buenas ganancias que genera sembrar el cannabis.Los registros de las instituciones estatales vinculadas con el combate de la droga revelan que los distritos de Itanará, Ypehû, Villa Ygatimí, Corpus Christi, Curuguaty y Salto del Guairá figuran como las áreas de mayor producción de la "hierba maldita".

En las incursiones con helicóptero y hombres suficientemente entrenados en las áreas de cultivos, arrojan resultados que no satisfacen la expectativa de la población para desalentar a los plantadores y poderosos financistas que operan desde la clandestinidad en el departamento de Canindeyú.

Según la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de lo que va del año se lograron destruir 383,5 hectáreas de cultivos, 1.150.500 kilos de picada, 32.750 kilos de prensada, 60 campamentos, 12 fábricas de "ladrillos", a más de la incautación de 48 armas, 5.062 proyectiles de diversos calibres, 16 vehículos y 3 embarcaciones.

Preferentemente, las parcelas activas se encuentran localizadas en las áreas boscosas de Ka’aguy Porã, Cerro Guy, Americana (Itanará-Ypehû), la reserva de la biosfera del Mbaracayú, Ko’ê Porã (Villa Ygatimí), Brítez Cue (Corpus Christi) y Salto del Guairá.

Las fuerzas operativas de la Senad compuestas por 25 hombres requieren de unos 8 días de trabajo para la destrucción de 200 hectáreas de cultivos, lo que representa un costo para el Estado de unos US$ 15.000 (unos G. 738 millones), incluido el uso de helicóptero.

Las pérdidas para los plantadores y financistas por cada hectárea de cultivo con un rendimiento de 3.000 kilos por cosecha, representa unos US$ 30.000 (equivalentes a G. 147.600.000) por la comercialización en los mercados de la región.

Sin embargo, está demostrado que varias de las parcelas localizadas en las áreas boscosas de dominio de los narcotraficantes, siguen activas burlándose de las instituciones encargadas de combatir el flagelo.

Vinculaciones

Si bien, en "teoría" el combate resulta constante, los poderosos capos de la droga, los conocidos Fernandinho Beira Mar y Líder Cabral, ambos recluidos en cárceles de máxima seguridad en el vecino país, Brasil, siguen siendo los principales financistas del negocio en la frontera. En el departamento de Canindeyú, los dos "patrones" gozan de la protección de altos jefes policiales que prestan servicios en puestos estratégicos, y en especial en área de producción y tráfico de la droga en la región.

Asimismo, figuran por "protectores" influyentes políticos que recurren a los negocios de la droga para lograr recursos económicos para financiar sus campañas. El combate solo figura en los papeles; mientras el negocio  sigue siendo el más floreciente en la región.  A su vez, los financistas poseen, además, de una "red de soldados" diseminados en diversas localidades de la "zona baja" del departamento de Canindeyú.

Ataques recíprocos

Los hermanos Vilmar  (35) y Wilson (39) Acosta Marqués  y los hermanos Marcial (40) e Ismael Giménez Suárez (38) mantienen rivalidad y ambos grupos sostienen que "no hay perdón" mientras sigan vivos en la zona fronteriza. Los dos grupos son conocidos en el negocio de la droga, por lo que la disputa por el mercado y liderazgo sigue latente.

El 27 de diciembre de 2009, el primero en recibir un ataque mortal fue Silvio Ramón Giménez Suárez, (30). En el triple homicidio fueron acribillados, además, Carmelo Ayala (41) y el brasileño Marcos José Pereira (31), este último, hijo del "patrón" de los Giménez Suárez en São Paulo en el negocio de la droga. Las dos familias poseen decenas de "soldados" armados para posibles defensas o ataques.  Pese a los "controles de seguridad", el pasado 12 de octubre los sicarios al servicio de los Giménez Suárez perpetraron un brutal ataque contra los hermanos Víctor (32) y Elio Acosta Marqués (30), ambos a su vez, hermanos menores de "Neneco" y Wilson Acosta Marqués, este último sindicado como uno de los autores del crimen contra el grupo rival y recientemente detenido por la Policía Civil del vecino país, Brasil. Como represalia, los seguidores de los Acosta Marqués quemaron una majestuosa vivienda de su principal rival, en evidente demostración de poderío en la frontera. A su vez, los Acosta Marqués involucran a los hermanos Dionisio (57) y Tomás Gallardo (33) y a los hermanos Mauro (52) y Néstor Martínez (35), todos conocidos sicarios al servicio de los Giménez Suárez.

Policías  se unen para capturar  a asesinos

Los agentes policiales asignados a la comisaría 6ª de Ypehû acordaron con sus pares de la localidad brasileña de Paranhos una reciprocidad en el combate contra asesinos paraguayos que se ocultan en territorio del vecino país.

En ese sentido, los comisarios principales Genaro Torres y Juan Ramón Borja, titular de la comisaría 6ª   y jefe de Orden de Canindeyú, respectivamente, sellaron el compromiso de intercambiar datos sobre posibles refugios de los sospechosos del triple y doble homicidios registrados entre los meses de diciembre de 2009 y octubre de 2010 que involucran a las familias Acosta Marqués y Giménez Suárez. Ambas están radicadas en la fronteriza localidad de Ypehú, unos 350 kilómetros al noreste de la capital del país. A su vez, el delegado de la Policía Civil, Dr. Thiago José Passos, inició los primeros allanamientos en su jurisdicción en busca del refugio o paradero de los prófugos de la justicia, los hermanos Marcial e Ismael Giménez Suárez. Los dos   están sindicados por el doble homicidio de los hermanos Víctor y Elio Acosta Marqués, eternos rivales en el negocio de la droga en la frontera.

Las autoridades brasileñas localizaron el paradero de Wilson Acosta Marqués, sindicado por el triple homicidio registrado en 27 de diciembre de 2009 donde fue  acribillado Silvio Ramón Giménez Suárez, cuyos hermanos Marcial e Ismael, mantienen una fuerte rivalidad por el intendentable de Ypehû,   Vilmar "Neneco" Acosta Marqués (ANR).

Entre los buscados  figuran los hermanos Dionisio y Tomás Gallardo y los hermanos Mauro y Néstor Martínez, todos con órdenes de captura por el crimen contra los hermanos Víctor y Elio Acosta Marqués.
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