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SAN LORENZO (Antonia Delvalle, corresponsal). La invasión del Cuartel de la Victoria perteneciente al Ministerio de Defensa Nacional comenzó aproximadamente a las 23:30 del viernes 23 de marzo. Al inicio eran 500 personas y en el transcurso de once días la cantidad aumentó a unas 1.000.
Los dirigentes de la invasión son el presidente de la Coordinadora para la Vivienda Digna, Guido Cabral; Rodrigo Rojas, quien se presenta como líder del Movimiento Revolucionario Desde Abajo (según datos es integrante de Codehupy y exalumno del colegio apostólico San José) y María de Noria Inés “Maraví” Gómez, quien hasta noviembre de 2016 era funcionaria de la Municipalidad de Ñemby.
Los sintechos pretendían quedarse con más de la mitad de las 76 hectáreas del Cuartel de la Victoria. La idea era entregar a cada ocupante un lote de 12x30, a lo que se deben sumar espacios para entidades públicas y plaza.
El 27 de marzo los senadores del Frente Guasu Esperanza Martínez y Carlos Filizzola presentaron un proyecto de ley para la desafectación de parte del Cuartel de la Victoria para la realización de un barrio modelo y ecológico”. Ambos legisladores fueron criticados por la ciudadanía.
La decisión de salir del predio histórico fue tomada luego de una reunión que mantuvieron los sintechos con defensor del Pueblo, Miguel Godoy. El funcionario indicó que se acercó a conversar con los dirigentes, ocasión en que se comprometió a acompañarles en las gestiones ante las instituciones del Estado, como la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) y otras entidades gubernamentales para luchar por sus derechos a la legítima vivienda.
Las familias empezarán a retirarse a partir de la fecha, según dijo Godoy, teniendo en cuenta que deben mover toda una logística para transportarse. En este punto, Rodrigo Rojas indicó que para el lunes el predio estaría despejado en un 100%.
El dirigente de los autodenominados sintechos señaló que tienen dos opciones: ir a un asentamiento provisorio desde donde puedan gestionar de manera ordenada vivienda para las familias o instalarse en un predio definitivo dentro del departamento Central.
Manifestó que invadieron el Cuartel de la Victoria porque vieron que el predio estaba ocioso, pero que una vez adentro empezaron a comprender el valor histórico, ecológico y hasta sagrado que tiene la propiedad. Añadió que espera que lo suscitado sirva como una oportunidad para que el próximo gobierno atienda la problemática habitacional y trabaje para dar respuesta integral.