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La Municipalidad de San Lorenzo recibió más de G. 5.721 millones del Fonacide entre 2013 y 2014. Estos fondos son transferidos por el Ministerio de Hacienda a las municipalidades para utilizar un 50% en mejoras de la infraestructura edilicia en las escuela y colegios, 30% se debe destinar a almuerzo escolar y el 20% a obras públicas que beneficien a las comunidades educativas.
En San Lorenzo, escasos meses después de la inauguración de muchas obras, como aulas, murallas, portones y otros, empezaron a tener problemas por defectos en la construcción así como por la utilización de materiales, que al parecer no son de primera calidad. Llamativamente, ninguna de las obras ejecutadas por contratistas de la Municipalidad durante la gestión de Albino Ferrer (ANR) figura en el Portal de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas.
Una niña de cuatro años, alumna del jardín de la escuela municipal Nº 11 “Luis Alberto del Paraná”, fue víctima del pésimo trabajo realizado por contratistas de la Comuna. El portón corredizo de metal, de unos dos metros de alto y de unos cuatro de largo, cayó sobre la pequeña, tras descarrilarse.
La madre de la niña, Cristina Rodríguez, dijo que intentó sostener el portón, pero debido al peso del mismo fue imposible. “Se cayó sobre ella, quedé choqueada al verla convulsionar”, expresó.
La Comuna destinó más de G. 154 millones del Fonacide a la institución. De acuerdo a datos proporcionados en su momento por la Comuna, se realizó también la reparación de los sanitarios, paredes, el sistema de instalación eléctrica y desagüe cloacal.
También construyó una muralla perimetral hecha con ladrillo visto, que a simple vista se nota que no es de buena calidad.
Intentamos en dos ocasiones hablar con la directora, Norma Aguilera de González, pero no se hizo encontrar. Tampoco devolvió nuestras llamadas telefónicas.
La directora de área de la que depende la escuela, María Ojeda, señaló que Aguilera no le comunicó el grave hecho acontecido con la niña, pero que se enteró que tomó intervención la supervisora Graciela Vargas.
Aula está por caer
La escuela Nueva Esperanza de Capilla del Monte fue beneficiada a finales de 2013 con la construcción de un aula y sanitarios por más de G. 112 millones para clases compartidas entre niños del jardín y del prescolar. Sin embargo, unos meses después, ya en marzo de 2014, padres de familia remitieron una nota al intendente Albino Ferrer para que envíe profesionales a verificar la obra, cuya pared presentaba rajaduras y la viga principal presentaba deformaciones y por múltiples goteras.
La directora Graciela Ocampos dijo que acompañó el pedido de los padres y que realizaron al menos cuatro notas solicitando las reparaciones.
“Ahora ya están trabajando, el derrumbe del techo de un aula en Lambaré creo que les movilizó”, dijo.
Agregó que los cerca de 35 alumnos del jardín y del preescolar dan clases en otra aula hasta que la nueva sala se repare.
El exintendente Albino Ferrer minimizó la caída del portón. Señaló que muchas veces las criaturas a lo mejor “juegan por el hierro”.
Indicó que el techo de la escuela Nueva Esperanza solo tuvo algunas goteras y problemas del maderamen, que ya están siendo solucionados.
antonia@abc.com.py