En Yaguarón piden rescindir contrato con una empresa

La comisión pro restauración del templo de Yaguarón pide a las autoridades del MOPC que rescindan contrato con la empresa C&C, representada por Joel Céspedes. Según denunció Contrataciones Públicas, la firma presentó documentos de contenido falso para ganar la licitación.

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YAGUARÓN, Dpto. de Paraguarí (Emilce Ramírez, de nuestra redacción regional). El consorcio C&C ganó una licitación para la restauración de la iglesia de San Buenaventura por G. 12.000 millones. Diez meses después de la firma de contrato con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), en octubre de 2015, la empresa fue excluida de los trabajos después de que la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) comprobara que había presentado documentos de contenido falso para participar de la licitación pública.

C&C interpuso un recurso de reconsideración contra la resolución de DNCP, que fue rechazado el 4 de noviembre. Al no conseguir la autorización para continuar con la obra, el 20 de noviembre presentó una demanda ante el Tribunal de Cuentas Segunda Sala.

En un comunicado dado a conocer a la ciudadanía, la comisión pro restauración del templo de Yaguarón denunció que la paralización de las tareas en la iglesia está provocando mayor deterioro de la estructura. Indica que es preocupante que el techo de madera policromada de la sacristía, que fue desmontado en abril del 2015, se encuentra en un rincón del depósito de la iglesia.

La empresa dejó cerrada bajo llave la sacristía, lo que impide su ventilación. Ese hecho podría ocasionar más daños al patrimonio histórico porque en el lugar hay humedad, murciélagos y termitas, explicó Daniel Pino, integrante de la comisión.

En una nota, la comisión insta al ministro de Obras Pública, Ramón Jiménez Gaona, a que convoque a una nueva licitación para la restauración de la iglesia.

Patrimonio

La iglesia San Buenaventura es una imponente obra arquitectónica de origen barroco-guaraní, que fue construida durante las reducciones franciscanas en el siglo XVI. El templo fue declarado Patrimonio de la Humanidad.

La puesta en valor de la iglesia incluye el cambio de maderamen, la restauración de la policromía de madera y la mejora de pilares, techo y revoque de paredes. Además, restauración de la balaustrada del comulgatorio, de la sacristía, del altar mayor, los laterales y el colateral, y del púlpito, así como la actualización del sistema eléctrico, entre otros.

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