En Ayolas, unos 250 niños isleños están condenados al analfabetismo

Las ocho islas del río Paraná en la zona de Ayolas se caracterizan por la extrema pobreza de las familias de pescadores que las habitan. Según estimaciones, existen unos 250 niños en edad escolar que no reciben ningún tipo de educación y que están condenados al analfabetismo y el retraso económico, ya que la falta de medios obliga a la deserción. Los pobladores piden al Ministerio de Educación que implemente algún plan acorde a sus posibilidades.

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AYOLAS, Dpto. de Misiones (Willian Aquino, corresponsal). Unos 250 niños en edad escolar de las islas del río Paraná en esta ciudad están condenados al analfabetismo debido a que no asisten a las escuelas, pues viven lejos de los establecimientos educativos. “Pasan sus días ayudando a sus padres en la labor pesquera”, según señaló Estefana Segovia, dirigente de los isleños.

“Se buscó la forma para que estudien, alquilamos algunas viviendas en el barrio María Graciela, de Ayolas, para que allí vivan unas 30 criaturas y puedan acudir a la escuela. Pero debido a la falta de dinero quedó en la nada y los niños retornaron a las islas, para ayudar a sus padres en la pesca”, explicó Segovia.

Pidió a las autoridades tomar nota de esta problemática a fin de buscarle una solución.

Segovia afirmó que los padres de los niños desertores ya habían sido perjudicados por la inundación del pasado mes de junio. Tal situación, sumada a la falta de mercado para los productos pesqueros, provoca una fuerte crisis económica en el sector de los pescadores, según sostuvo.

Otro problema existente es que la mayoría de las islas están en una especie de “limbo”, porque no se sabe si corresponden a Misiones o Itapúa, según Segovia.

Juan Amarilla, responsable del área de asistencia crítica de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), dijo que hasta agosto la hidroeléctrica destinaba unos 500 kits de víveres mensuales a las poblaciones isleñas.

“Se cortó porque se espera saber cuál será la política del nuevo gobierno. En realidad acá la solución sería reubicar a los isleños en otra zona, para solucionar la deserción escolar y también para evitar que periódicamente deban dejar sus casas por las inundaciones. La última crecida destruyó cultivos y les obligó a evacuar sus casas”, indicó.

Según Amarilla, en la isla Kuña Paso viven 15 familias; en Isla Puku, 62; San Pablo, 61; Yegros, 51; Yegros Dos, 45; Pantita Cua, 21; Timbó, 13; y Mborevi, 12.

“Cuando entregamos víveres a los isleños nos damos cuenta de que solamente el 10% firma la planilla, el resto mete el dedo en la tinta y ese es el futuro que les espera a los niños porque no tienen posibilidades de estudiar”, remarcó. Acotó que el Ministerio de Educación y Cultura debería implementar un sistema educativo acorde a la realidad de los isleños.

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