En la curtiembre ‘‘El Alazán’’, de Isidro Ramón Cabral, se procesan cueros rústicos para la elaboración posterior de calzados artesanales, como zapatones y vestimentas destinadas al trabajo de campo. Hace 8 años que se dedica a la manipulación de cuero rústico en su propia curtiembre donde mensualmente procesan 50 a 60 cueros. Se trata de una producción a menor escala frente a otras curtiembres que procesan 1.000 cueros por día para su posterior exportación como el caso de la curtiembre de Francisco Ferreira instalada en Saladillo, sostuvo Cabral.

La elaboración de productos viene realizando hace 20 años. Comenzó la actividad siendo talabartero y zapatero. En el año 1997 Cabral invirtió su ganancia para la habilitación de una curtiembre instalada en el barrio San Juan de Villa Hayes (tel. 026-2721). En el año 2000 la empresa familiar paró por la aguda recesión económica, la suba del dólar y la falta de venta de los productos, pero este año volvió a reactivar.

Cabral relató que cuando comenzó con la curtiembre, la materia prima adquiría del matadero local y posteriormente fue comprando cuero ya salado de las estancias vecinas como Chaco’i, Falcón y zona de Benjamín Aceval, donde abona desde 40.000 hasta 80.000 guaraníes cada uno, de acuerdo al tamaño del cuero.

Nuestro entrevistado señaló que actualmente la materia prima está faltando, consecuencia de la exportación masiva del cuero al extranjero. ‘‘Hoy día el cuero está muy caro y se nos hace muy difícil trabajar’’, enfatizó.

Comentó que existen grandes fábricas y empresas instaladas en nuestro país como Vernon, Paseg y la curtiembre de Francisco Ferreira (itaugüeño) instalado recientemente en la zona de Saladillo de Villa Hayes, que absorben toda la materia prima en cuanto a cuero se refiere.

‘‘Resulta imposible competir con ellos porque exportan los cueros y sus productos están cotizados en dólares, mientras que nuestro mercado es solo a nivel local y sabemos perfectamente que nuestro guaraní frente al dólar está bastante devaluado’’, analizó Cabral.

Indicó que las grandes empresas incluso copan la compra de la materia prima ya sea de los mataderos donde adelantan incluso el pago a los carniceros, por lo que ya resulta imposible adquirir la materia.

Luego de volver a reactivar este año su curtiembre y la elaboración de los artículos derivados, Cabral volvió a contactar con sus antiguos clientes y el negocio volvió a tener vida. A nivel local provee los artículos terminados a algunos comerciantes de esta comunidad. Además comercializa los artículos terminados en Asunción, Cnel. Oviedo, Alberdi, Encarnación y ciudades del Alto Paraná.

En el caso de Cabral, su curtiembre cumple con todos los requisitos legales para su habilitación. Primeramente dijo que se inscribió en el Ministerio de Agricultura y Ganadería, en el Instituto Nacional de Tecnología y normalización, Senasa que fiscaliza la polución ambiental, habilitación por parte de la municipalidad local donde además se debe abonar la patente municipal y el pago por la renta ante el Ministerio de Hacienda.

CRÉDITO

Para crecer en este rubro, Cabral indicó que los pequeños productores de cueros de la zona precisan de créditos blandos, teniendo en cuenta que la ganancia que genera este producto no es suficiente, además se debe hacer frente a la compra de la materia prima, mano de obra, máquinas y los productos químicos, enfatizó. En cuanto a la venta, señaló que el mercado es inconstante. Algunas veces se vende y otras veces no.


PRECIO PREFERENCIAL

Respecto a la exportación masiva del cuero al extranjero, cuya consecuencia está derivando en la cesación de la materia a nivel nacional además de la alta cotización, situación que perjudica a los pequeños curtiembreros, Cabral manifestó que debe ser una tarea urgente crear una nucleación de los curtiembreros a nivel país, para solicitar al gobierno que la materia prima quede en nuestro país, y en el caso de alguna exportación, primeramente que se dé un precio preferencial para la mano de obra local y de esa manera tener oportunidad de contar con trabajo.

Sostuvo que las autoridades nacionales deben tomar las medidas de control necesarias y más eficientes respecto a la exportación de cueros. ‘‘El Gobierno permitió que todo el cuero vaya al extranjero y nosotros nos quedamos sin materia prima, para darle fuente de trabajo a nuestra gente’’, lamentó Cabral, quien sugirió finalmente que el Gobierno aumente a los exportadores de cueros el porcentaje del impuesto al gravamen para evitar la masiva exportación.