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Si bien no se pudo precisar la cantidad exacta de combustible que cayó al agua, el derrame preocupó y alarmó tanto a los vecinos como a los pescadores de la zona. Testigos hablan de centenas de miles de litros y la empresa de unos 5.000 a 6.000 litros.
El derrame del carburante se debió a que el tanque recibía la carga de una barcaza que colapsó y el combustible se escurrió y llegó hasta el río, porque la pileta de contención tampoco funcionó. Los trabajadores de la empresa Petróleos San Antonio (Petrosan) se percataron porque el combustible llegó hasta un riacho que va hasta su propiedad e inmediatamente instalaron las vallas flotantes para evitar el avance.
El presidente de Copetrol, Blas Zapag, reconoció el hecho, pero aclaró que la pérdida fue mínima.