La denuncia fue realizada ayer a nuestra redacción por una delegación de la comunidad encabezada por el intendente Osvaldo Krause y el presidente de la Junta Municipal Alcibiades Krause, acompañados del abogado Javier Pirovano.

El predio de 480 hectáreas está ubicado en la compañía Yukyty de Nueva Italia, a orillas del arroyo del mismo nombre, que desemboca en el arroyo Ka’añabé y este, a su vez, desagua en el lago Ypoá. Además, se instalará sobre el acuífero Patiño, que se extiende por el subsuelo desde Limpio hasta Paraguarí.

El problema surgió con la licitación nacional e internacional realizada por la Municipalidad de Asunción para el traslado del vertedero Cateura, en la que solo se presentó el consorcio "Empo y Asociados". La firma obtuvo de la Secretaría del Ambiente (Seam) la licencia ambiental con la que gestionó la "declaración de interés municipal" y el acuerdo de la población, pedidos que fueron rechazados en la zona afectada por el riesgo de un desastre ecológico.
Ante esta situación, el consorcio solicitó una reconsideración que nuevamente fue rechazada por unanimidad de los concejales en la Resolución JM 342/2005. Disconforme con lo resuelto, la firma ahora recurre al Tribunal de Cuentas, segunda sala, para que se obligue a la Municipalidad de Nueva Italia a declarar "su interés municipal" en el proyecto.

Alcibiades Krause, presidente de la Junta Municipal manifestó que, si el Tribunal de Cuentas dispone la declaración de marras, estará violando el artículo constitucional que garantiza la autonomía de los municipios.

Además ya existe un precedente de rechazo para la instalación de un vertedero en el distrito de Itá, en un terreno colindante con el actual, que incluso mereció una declaración de la Cámara de Senadores.

Las autoridades de Nueva Italia también cuestionan la actuación contradictoria de la Seam, que recientemente ha denegado la licencia ambiental para el traslado del vertedero a la zona de Pikysyry, distrito de Villeta, sin embargo, concedió para Nueva Italia. Incluso, tiempo atrás, la Secretaría del Ambiente rechazó la instalación de una azucarera, que pretendía crear fuentes de trabajo en la zona, pero ahora quiere permitir un basural, explicó Elvio Couxirat, asesor jurídico de la Intendencia.