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Los invasores ingresaron por la entrada conocida como 4 de Octubre, zona ubicada en el sector este de la reserva, lugar conocido como Colonia Brítez Cue, que contaba con la custodia de seis policías. “Había policías, pero nada hicieron para evitar el ingreso de esta gente”, agregó Bernal.
Este hecho se produce luego del último acuerdo arribado entre las autoridades nacionales y los campesinos sobre este conflicto. En aquella ocasión, se llegó a un acuerdo tras la reunión que mantuvieron el ministro del Interior, Carmelo Caballero; el presidente del Indert, Luis Ortigoza, y representantes de los campesinos sin tierra Valentín Ripol y Gustavo Ariel Aquino; cabe recordar que en aquella oportunidad la comunidad aché no tuvo representación, por considerar que “no tenían por qué negociar una propiedad ancestral”. El ministro Caballero y el comandante de la Policía Nacional, Aldo Pastore, dispusieron que una dotación policial perteneciente a la Agrupación de Protección Ecológica y Rural (APER) proteja el área en tres accesos principales a la misma: El Triunfo, La Victoria y 4 de Octubre.
“Los aché no van a esperar que el Gobierno envíe a la policía, van a proceder a realizar el desalojo lo antes posible”, advirtió el letrado, explicando que los nativos “perdieron totalmente la confianza” en los efectivos policiales.
Unas 200 familias habían invadido semanas atrás la Finca 470 donde viven los aché y esta situación generó una disputa entre ambos grupos. Los nativos denunciaron que los carperos deforestaron más de 120 hectáreas, incluyendo árboles antiguos, árboles frutales y cultivos de miel de abeja que utilizaban para alimentarse.
Los aché amenazaron con tomar sus armas para defender su territorio, lo que motivó la inmediata intermediación del Gobierno con el objetivo de evitar un enfrentamiento entre ambos grupos.
Una de las promesas de parte de las autoridades nacionales fue la de realizar la mensura administrativa de la propiedad aludida, debido a que los carperos aseguran que existe un excedente que pertenece al Estado, mientras que el INDI defiende la posesión de los aché.
Los trabajos técnicos inherentes a la aludida mensura aún no concluyeron pues se iniciaron ayer, según los informes.