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PILAR (Miguel Angel Rodríguez, corresponsal). La Gobernación del Ñeembucú proyecta completar la adquisición de 400 carretillas de madera fabricadas en carpinterías de la zona en el marco de un programa de apoyo a los oleros de diversos distritos, según datos de la institución. Cada una tiene un costo de G. 250.000 y 280.000, aunque según referencias el costo de mercado es de G. 150.000 a G. 180.000 en las comunidades donde operan fábricas artesanales de ladrillo.
Con la carretilla se distribuye un rollo de plástico (carpa) y un pala de metal. En la página oficial de la Gobernación del Ñeembucú de la red social Facebook, el propio gobernador Luis Benítez (ANR) aparece en actos de entrega de los kits.
Las fotografías se viralizaron y decenas de internautas aprovecharon para hacer memes y para criticar. Algunos cuestionan que en pleno siglo 21 sean entregadas herramientas tan arcaicas, cuando en otras partes del mundo emplean tecnología. Otros indican que la opción de compra de carretillas de madera va a contramano de las campañas de arborización.
En los memes incluso aluden directamente al presidente de la República, Mario Abdo Benítez.
El secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación de Ñeembucú, Víctor Quintana, indicó que la distribución se lleva a cabo en el marco de un proyecto productivo en el que se viene trabajando desde hace mucho tiempo, pero que no podía desarrollar por la difícil situación que en los últimos meses viene atravesando el departamento a consecuencia de las inundaciones.
Las carretillas de madera fueron solicitadas por los propios oleros y fabricadas en doce carpinterías de la zona. El objetivo es generar una inyección económica en la comunidad, que se recupera lentamente de los efectos de la riada, añadió Quintana.
La distribución se lleva a cabo por etapas, y hasta ayer fueron entregadas 195 de las 400 proyectadas, indicó Quintana.
El funcionario dijo que las críticas en las redes sociales y la red de mensajería Whats-App se debe a un desconocimiento que la gente tiene sobre el sistema de trabajo y las herramientas empleadas en las olerías. Aseguró que los propios productores de ladrillos en fábricas artesanales pidieron por las carretillas de madera porque son más fáciles de manejar en el lodo o terreno mojado.
No son resistentes
Nicolás Vera es profesor jubilado y olero de la compañía Valle Apu’a de este distrito. Preside la comisión Oleros Unidos de Valle Apu’a, que aglutina a parte de los 120 trabajadores del área en la zona.
Indicó que su grupo recibió los kits, pero de la Municipalidad. Indicó que la pala es de buena calidad, pero la carretilla no tiene la fuerza y resistencia requerida para el transporte del lodo. Además, dijo la rueda debe ser de hierro, para su desplazamiento en el lodo.
G. 100.000 menos
En Valle Apu’a, algunos oleros que no pueden comprar una carretilla se ingenian para fabricar en forma casera de cedro y lapacho, comentó. Otros compran en la carpintería instalada en la comunidad, a precios que rondan los 150.000 y 180.000 guaraníes, y que son resistentes y con rueda de metal.
“Esa variación en el costo depende de la cara del cliente”, dijo Vera.