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La Cámara Baja prevé tratar hoy el proyecto de ley “que establece el procedimiento para la rehabilitación del ferrocarril “Presidente Carlos Antonio López” y la implementación de su primera etapa como tren de cercanías u otro medio masivo de transporte, tramo Asunción - Ypacaraí. Este proyecto, con media sanción del Senado, figura para hoy en el punto cinco del orden del día de la sesión extraordinaria de Diputados.
En visita a nuestra redacción, integrantes de la Cooperativa Multiactiva Ferroviaria Carlos Antonio López cuestionaron ayer varios aspectos del plan impulsado por Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa), con anuencia del Gobierno. Pidieron que se debata y rechace la propuesta, pues de no tratarse tendría sanción ficta, según indicaron Luis Carlos Jara Miranda, presidente de la Cooperativa; Dante Orlando Vargas, secretario de la organización, y Luis González, titular de la Junta de Vigilancia.
De acuerdo con lo explicado, este proyecto es una “trampa”, ya que en realidad se busca la implementación de otro tipo de transporte que no es el tren de cercanías, como bien lo dice abiertamente el nombre del proyecto de ley, y que la opción sería el metrobús. Con esto, el Gobierno trataría de darle una salida a la caótica situación del metrobús, cuya aplicación en Asunción es prácticamente imposible, ya que en varias zonas ni siquiera se previó el ancho requerido para el trayecto del medio de transporte.
Por otro lado, se trata de un proyecto “canibalesco”, en opinión de la Cooperativa de referencia, ya que utilizarán la franja de dominio de Fepasa. Nuestros entrevistados instaron a los diputados a que defiendan el patrimonio del Estado, pues si lo aprueban o no lo tratan -que haría que tenga sanción ficta-, significará prácticamente “el certificado de defunción del (antiguo) ferrocarril”.
Recordaron que la Cooperativa presentó un proyecto de reactivación del ferrocarril a través de financiamiento suizo con 1.000 millones de dólares y que eso fue desechado.
El presidente de Fepasa, Roberto Salinas, por su parte, rechaza que la ejecución del tren de cercanías sea un atropello al patrimonio histórico.
Los frentistas que se verían eventualmente afectados le habían solicitado que si se rehabilita el tren, vaya por la zona de la Costanera para tener menor impacto social y económico, pero esta idea también es rechazada.