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Después de meses de haberlo estado anunciando, finalmente el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) habilitó ayer el carril Luque-Asunción de la avenida Ñu Guasu, tras realizarse las pruebas de rigor que duraron todo el fin de semana, según explicó Ignacio Gómez, director de Vialidad de la cartera.
El objetivo es que los luqueños utilicen esta vía para llegar a Asunción, considerando que en breve debe cerrarse parcialmente la intersección de Aviadores del Chaco y Madame Lynch por el inicio de la construcción del superviaducto.
Los túneles que están en cercanías del Botánico concluyeron en octubre, pero uno de ellos fue habilitado recién ayer. El otro, recién cuando concluya toda la obra y se pueda circular en el sentido Asunción-Luque. Esto está previsto para abril del próximo año.
Aunque el tramo Luque-Asunción está habilitado desde ayer, el carril contrario está bloqueado, pues aún no hay salida del lado de Luque y en esa parte de la obra, desde la Autopista, el avance es casi nulo.
Contratistas
El monto original del contrato en el tramo 1 era de G. 112.799 millones, que subió a G. 135.000 millones. Las contratistas son Heisecke (José Luis Heisecke), Ocho A (Luis Pettengill) y Tecnoedil (Roque Ardissone). En el tramo 2, a cargo de CIV SA (Isacio Vallejos) y M&T Construcciones (Julio Mendoza), el original era de G. 85.339 millones, y subió a G. 103.000 millones.
Sobrecostos y atrasos
Los sobrecostos señalados, como también las demoras (ya hay casi dos años de atraso), fueron motivados principalmente por falencias en el diseño, que estuvo a cargo del consorcio Otec-Ingser, representado por el ingeniero Julio Álvarez.
En teoría la totalidad de la autopista debió haberse terminado en marzo de 2014, pero durante el transcurso del proyecto se tuvo que rehacer prácticamente todo el proyecto. Se obviaron algunos rulos y en su lugar hubo que desplazar el eje de la autopista en la zona de Luque. Del mismo modo, los túneles fueron rediseñados por completo.