Tragedia en zona del Pilcomayo

Funcionarios de la Seam realizaron ayer en la comunidad de Línea 32, departamento de Boquerón, un primer y extenso recorrido por la cañada La Madrid a fin de inspeccionar los puntos que sirven de refugio a miles de yacarés.

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LÍNEA 32, Boquerón (Roque González Vera, enviado especial). La verificación permitió comprobar la magnitud de la tragedia que se instaló en la zona del Pilcomayo: la vida silvestre está seriamente amenazada por la falta del Pilcomayo, y no se tienen opciones de solución ante la grave situación. En el cauce de la cañada La Madrid existen pequeños bolsones de agua donde se concentran los yacarés en procura de encontrar caracoles para alimentarse así como pequeños peces. Al acabar con el alimento salen y se dirigen a los tajamares de establecimientos ganaderos de la zona.

Aquellos que no tienen fuerzas, por lo general quedan en estos remanentes de agua, en espera de la muerte. A medida que el agua va terminando, solo tienen fango como refugio.

La caminata en el lecho de La Madrid permite alcanzar cada tanto los puntos donde los yacarés se agrupan para buscar algo de comida. En algunos sectores el agua aún les permite nadar y en otros es simplemente fango. Es común encontrar algunos ya muertos y otros simplemente esperando el final.

Ingresar en los tajamares traslada el problema a los productores. La carencia de agua afecta a todos por igual y el drama también. El ganado necesita agua, pero ante la presencia de los yacarés, las reses temen acercarse a beber, pueden ser atacados.

El panorama que se tiene en la zona del Pilcomayo es dramático y con el paso de los días alcanzará niveles de tragedia: la competencia por el agua comenzó y al finalizar el líquido vital miles de animales tendrán como destino la muerte. La carencia de agua es resultado de la inoperancia de la Comisión Nacional del Pilcomayo. Bajo la administración del Ing. Daniel Garay no se hicieron en tiempo y forma las tareas de rehabilitación de los cauces que conducen al río hacia el interior del Chaco Paraguayo.

El resultado de la inacción es la carencia crítica de agua. El problema afecta a todos por igual: vida silvestre, ganado y familias de productores. Sin las aguas del Pilcomayo no hay vida en su valle de inundación.

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