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“El sector industrial en general va a ser muy afectado por el aumento de precio de la electricidad; en algunas empresas se va a sentir más”, señaló ayer el vicepresidente de la UIP, Luis Tavella.
Agregó que la suba de la tarifa de la ANDE, que en algunos casos llega al 80%, tendrá repercusión más grave en aquellas industrias en las que la energía ocupa cerca del 50% del costo de producción.
“Con esto se termina la ventaja de electricidad barata para promover las inversiones industriales, especialmente de aquellas que eran para cambiar los sistemas de horno a leña para el uso de energía limpia”, expresó.
El dirigente empresarial trajo a colación que la ANDE había hecho su último reajuste hace 10 años, estimando sobre un hipotético dólar a G. 7.500; sin embargo, en los últimos cinco años el dólar se mantuvo por debajo de los G. 6.000, y se preguntó qué fue lo hizo durante ese periodo favorable el referido ente.
Remarcó en ese sentido que hay muchos factores que demuestran que el problema principal de la ANDE es la gestión deficiente y no la falta de recursos.
Entre ellos, recordó que la mayoría de las instituciones públicas, que solo debían pagar el 70% por la electricidad, tienen grandes deudas que son una fortuna. Igualmente, los funcionarios de la ANDE solo pagan el 50% de la tarifa por el uso de la electricidad. También existe una gran cantidad de robo de energía y de “regalos”, que algunos estiman en cerca del 30%.
Para sustentar la deficiente gestión se deben mencionar también los recientes incendios de subestaciones de la ANDE.
“Con el aumento de la tarifa la única beneficiada será Hacienda, que recaudará más, y eso no significará precisamente que la ANDE dispondrá de más recursos para mejorar el servicio”, indicó.
Argumentó que así lo demuestra la gestión de los últimos tiempos. Además, “no decimos que las tarifas sean eternas, pero los ajustes no deberían ser de golpe; por lo menos hacer los reajustes del 10% por año”.
Las repercusiones en el sector industrial serán variables, dependiendo de si se compra de 66.000 voltios o 23.000 voltios. Comentó el caso de las fábricas de colchones de espuma, que recibirán 83% de incremento y que usan mucha energía.
“Se decía que teníamos energía barata y que se debía dejar de quemar madera para proteger los bosques, invirtiendo en nuevos sistemas de horno con energía limpia. Muchas industrias invirtieron y migraron sus hornos a sistemas eléctricos, pero de un día para otro viene el tarifazo”, lamentó también.
Se planifica poco
Tavella opinó que en este Gobierno da la impresión de que no planifica el desarrollo como un todo y que en un mismo equipo no se ponen de acuerdo para chutar todos hacia el mismo arco.
También dijo que es difícil comprender que nuestro país use solo cerca del 10% de la energía limpia proveída por Itaipú, se gasten divisas en importar gas y que indirectamente se propicie mayor presión sobre los bosques, con el mayor uso de leña.
Entre las industrias que serán afectadas citó además a las de alimentos y aquellas que usan sistemas de hornos eléctricos. “Las repercusiones vendrán a corto y mediano plazo, van a disminuir las inversiones”, pronosticó.