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Manifestó que a su entender el espíritu del impuesto selectivo al consumo debería ser el cargar sobre la compra de productos suntuosos, aquellos que consumen los ciudadanos que disponen de más recursos, para que de esa forma el Estado pueda financiar acciones que permitan sacar de la pobreza a más gente.
Agregó que el selectivo fue pensado para que lo paguen aquellas personas que utilizan o consumen productos que no son considerados de primera necesidad, tales como bebidas alcohólicas, perfumes, joyas, relojes y armas; así también, para productos que poluyen o contaminan el ambiente, como los combustibles, etc.
Sin embargo, las motos son una verdadera herramienta de primera necesidad para la gran mayoría de los trabajadores de escasos recursos, entre ellos repartidores, cobradores, albañiles, maestros rurales, labriegos, etc., dijo. Estos ganan menos y generalmente viven en zonas suburbanas, donde no llega el transporte público y ya no usan el caballo. Igualmente, la naciente industria de motos en Paraguay genera mucha mano de obra, directa e indirectamente, entre muchas otras ventajas, resaltó.