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La producción agrícola per cápita en la región creció un 80% más que el promedio mundial durante la primera década de este siglo. El crecimiento fue 350% más que Estados Unidos y Canadá juntos, y mucho más que los países europeos y otros jugadores de peso como Australia y Nueva Zelanda, según destacó ayer el ingeniero Gerardo Berton, durante la presentación de la publicación está disponible para ser bajada de internet en forma gratuita, en español e inglés en www.grupogpps.org.
Destacó que el gran potencial productivo hizo que en el último decenio Latinoamérica se convirtiera en el primer exportador comercial neto de alimentos a nivel mundial.
Explicó que esto no solo se debe a sus recursos naturales sino también a su capacidad de producción, de gerenciamiento y de adopción de tecnología.
“Esto augura para la región un rol protagónico a nivel global en la producción mundial de alimentos, porque el mundo viene asistiendo a un incremento significativo en los precios de los alimentos. El crecimiento poblacional, las mejoras en la calidad de vida de los países en desarrollo (donde cada vez se consume más carne y productos lácteos) y el cambio climático, generan un interrogante: ¿puede el mundo generar alimentos para todos sus habitantes, a precios razonables y sin agotar sus recursos naturales?
Y de ser así, volvió a cuestionar ¿qué rol tienen los países sudamericanos en este desafío?
Destacó que con es fin, en el 2012, entidades privadas de cuatro naciones (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) crearon el Grupo de Países Productores del Sur (GPS). Se trata de un conjunto de especialistas y empresarios que comprometieron su voluntad para contribuir a la construcción de un polo sudamericano capaz de responder a las nuevas demandas alimenticias en forma sostenible, generando además riqueza, empleo y capital social en la región.
Luego de un año de gestación y construcción de consenso, el GPS elaboró su primer trabajo: “Seguridad alimentaria global y recursos naturales agrícolas: papel y visión de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay”. Se trata de un punto de partida para comenzar a trabajar en conjunto.