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No es una decisión del gobierno paraguayo ni del gobierno brasileño, la restricción se genera en el sector privado. Los bancos no quieren asumir el riesgo cuando no saben de dónde vienen las remesas, “necesitan más información”, indicó ayer el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, al ser abordado por la prensa.
El Jefe de Estado añadió que se trata de una cuestión particular del caso Lava Jato que es investigado por la justicia y que es la razón por la cual los bancos brasileños están más rigurosos en su sistema de control y a la hora de pedir más información a los bancos paraguayos que remesan reales al Brasil.
En conferencia de prensa, el ministro de Hacienda Benigno López indicó dijo que uno de los puntos que requiere confirmación por parte de las autoridades brasileñas es la cantidad de turistas que ingresan al país. Las autoridades manejan que vienen al país 300.000 turistas por año, número obtenido mediante registros en hospedajes, restaurantes, etc. Sin embargo, hay estudios que indican que, en promedio, cruzan la frontera para turismo de compra entre 20 millones y 30 millones de brasileños.
Paraguay es el mayor exportador de reales al vecino país, por valor de US$ 2.500 millones. La incógnita para los brasileños es cuántos turistas mueven esta cantidad de dinero. López dijo que confirmar este dato “es fundamental para los bancos”, por lo que cruzarán información con sus pares de nuestro país.
Lo concreto es que el registro de esos datos requiere tiempo, y que mientras dure ese proceso “no hay una posible salida para el resentido comercio de Ciudad del Este, ya que los bancos no pueden recibir los reales de los turistas brasileños”.
López añadió que la próxima semana remitirán a sus pares del Brasil las informaciones que requieren, pero que no hay certeza de cuánto tiempo puede durar las restricciones. Tampoco hay medios alternativos, ya que la tarjeta de crédito en Brasil concentra altísimas tasas de interés.
El presidente Abdo Benítez detalló que quieren avanzar en un sistema de formalización y fortalecimiento del turismo de compra, de levantar la cota del mínimo autorizado para exportar, para que el comercio sea más fluido y formal.
Impacto en la actividad
Comerciantes de esta zona del país hablan de una caída de casi 70% en sus ventas con respecto al año pasado. El hecho obligaría a cerrar unos 1.000 unidades comerciales, solo por la situación económica y la diferencia cambiaria; ahora se suma las restricciones a la remesa de reales. Autoridades estiman que el impacto económico en CDE será “importante”.