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“Los que pagamos impuestos, lo hacemos para tener contraprestaciones de servicios de calidad (salud, educación, seguridad, infraestructura, etc., etc.), ni siquiera vale hablar de lo que hoy recibimos por lo que tributamos, con poquísimas excepciones”, expresó.
Remarcó que no es discutible la necesidad de mejorar los servicios públicos. “Aumentar impuestos sin mejorar en forma dramática y notoria la calidad del gasto, no tendrá aprobación social”, acotó. También manifestó que habrá justicia social cuando se honre y se use bien el dinero de los impuestos y que llegue a la gente en salud, educación, infraestructura, etc.
“Hay que seguir trabajando en ampliar la base tributaria, incluir a quienes no están aportando, que los que ganan más paguen más –proporcionalmente– y que las leyes tributarias sean muy simples, entendibles, accesibles y que produzcan resultados para la gente.
Además, el momento económico no es adecuado ni siquiera para hablar de la posibilidad de aumentar impuestos, que van a favorecer el contrabando y la evasión, pronosticó.