- Como experto en minería, ¿qué le parece el hallazgo de diamantes en nuestro país?

- Hasta ahora, para mí, es una presunción. Falta demostrar con la realidad dónde se encuentra y dónde está la muestra para decir si es real o no.

- Entonces, ¿es una utopía decir que existen diamantes en nuestro país?

- Claro que no. Pero tampoco es como para crear una falsa euforia. El hallazgo de cualquier mineral -sea oro, plata o diamante- no es una riqueza en sí. Hay una premisa que considero importante: "El conocimiento del subsuelo de nuestra patria es un activo nacional, sea con resultados positivos o negativos".

- ¿Pero alguna vez pensó que tendríamos diamantes?

- En Alto Paraná instalé una planta de granito negro absoluto en un área de gran derrame de basalto, que por lo general se presenta diferente en distintas regiones y en cada zona con variación de compactación y colorido. Tocando con un disco de diamante (una máquina muy moderna) tropecé con un nódulo duro que yo creo era diamante. Se perdió la muestra y nunca más recogimos. Pero como es errático, no sé si se podría explotar. Además, yo no quería alarmar a nadie, por entonces.

- Los representantes de Rex dicen haber hallado un diamante en una roca de lamproíta y otras nueve muestras dieron positivo en distintos lugares.

- Eso presentado como un valor real a los técnicos del viceministerio evidentemente está localizado en algún punto, pero no creo que requieran para ello 35.000 hectáreas. Eso es lo que me llama la atención y no cierra.

-¿Cuántas tierras se necesitan, a su criterio?

- En minería se dan cuatro o cinco permisos y eso es suficiente para empezar. No hay que confundir con la ley petrolera que necesita mucho terreno porque hay que hacer una prospección del subsuelo de norte a sur y de este a oeste para encontrar la cuenca donde está el petróleo. En este caso, el mineral debe estar localizado en algún lugar específico y solo ocupa unas pocas hectáreas.

- Pero la empresa dice que el hallazgo de materiales es muy errático y se necesita profundizar la investigación mediante una prospección.

- No creo que ningún paraguayo se oponga a que vengan aquí a invertir, pero no creo que necesiten semejante cantidad de tierras. Hubo un caso anterior en el que se había solicitado 375.000 hectáreas para la búsqueda de oro. La prospección se debe reducir porque hay que perforar para saber si es o no es explotable el recurso.

- ¿El temor es que se haga daño al ambiente con la búsqueda?

- El compromiso que asuma la empresa en el contrato para que eso no pase es suficiente. Cuando se encuentran los focos no se toca nada más del ambiente. Si queremos ser ortodoxos con el tema del medio ambiente, empecemos por nuestros bosques que han sido depredados vergonzosamente.

-¿No cree que nuestras leyes de minería son obsoletas y que existe una falta de tradición minera en Paraguay?

- Puede ser, pero aquí hay técnicos mineros que sabrán adecuarse para dar viabilidad a lo que es interesante, mientras no ocurra eso de la fiebre del diamante... Sin embargo, creo que el tener diamantes en Paraguay no le va a dar una riqueza extraordinaria al país, en un primer momento. Antes, hay que encontrar los yacimientos de gran valor. Mire el ejemplo de Africa donde la gente que explota el diamante vive en la mayor miseria.

- Cuando Ud. se dedicaba al mármol, ¿escuchó hablar de la existencia de piedras preciosas en el país?

- De hablar, se habla mucho. Pero que tengamos oro, plata, mica o cualquier otro mineral no significa nada porque de ninguna manera implica que sea explotable, rentable o que tenga mercado. Por ejemplo, el estaño es uno de los minerales más preciados en el mundo por su utilización en la industria. Se emplea en las cajetillas de cigarrillos, en el interior de latitas de cerveza, en la capa de los chocolates. Bolivia es uno de los mayores productores de estaño en el mundo, pero fíjese la pobreza que tiene. Conclusión: determinado mineral no es riqueza para el país. Depende del mercado, quién lo explota, la cantidad, etc. En fin, son muchos los factores que hacen que un mineral sea riqueza nacional.

-La Constitución Nacional dice que todos los recursos minerales son del Estado.

- Me gusta que eso esté en la Constitución. Falta que las calizas también sean declaradas del Estado paraguayo, porque con poco dinero, en nuestra pobreza, se compra cualquier cosa: conciencia, personas, decretos. A mí me han arruinado una cantera de mármol por una compra risible. ¿Por qué cree que nuestro cateo de petróleo en el Chaco lleva 60 años? ¿O acaso las empresas que vienen detrás de la primera o la segunda no saben nada de lo que hicieron las anteriores? En algún momento saldrá el petróleo y uno de los mejores yacimientos de gas que tenemos en el Chaco, pero no lo aprovechamos.

- ¿Por qué no se explota el petróleo?

- No hay patriotismo. No hay gente (paraguayos) que quiera invertir en nuestro país. Más bien se dedican al contrabando, al robo, los préstamos usurarios, etc. Los que no son industriales sino comerciantes no quieren poner empresas de mucho riesgo. En el Chaco murieron 40.000 hombres peleando por patriotismo y tienen que venir los menonitas para enseñarnos a cultivar esos terrenos. Los paraguayos prefieren tener allí grandes estancias improductivas.

- Los que están buscando los diamantes son menonitas...

- Si ellos están haciendo es porque creen que hay negocio. Toda riqueza mineral tiene valor en cuanto a calidad, condiciones propias, caminos y mercado. Todo eso hay que analizar.

-¿Cómo convertir, entonces, nuestros recursos en una riqueza nacional?

- No solamente hay que jugar con el lucro o la parte financiera. Hay que empezar por los funcionarios que no tienen tiempo para nada cuando uno acude a ellos, pero se van y uno se da cuenta de que no hicieron nada. Falta patriotismo en primer lugar y espero que este gobierno lo tenga.

-¿Cree que la búsqueda de diamantes es riesgosa?

- En toda minería se habla de riesgo hasta que uno llega a conocer bien el tema y sabe hasta dónde va ese riesgo.

- Pero, en definitiva, ¿tenemos o no diamantes?

- Creo que debe haber en la zona que están mencionando porque si Ud. toma la parte de Namibia en Africa y toma la parte de América Latina verá que hay una parte de Brasil que encaja justo en esa línea. No sería nada raro que lo encontremos.

- ¿Ud. que recomienda?

- Darle a esta gente la posibilidad de hacer su trabajo, pero limitar el terreno, el tiempo y definir el pago de royalties. Con pagar sus royalties y dar trabajo creo que, así como están las cosas, es suficiente. No hay que ponerles trabas bajo ningún punto de vista y yo me ofrezco a ayudarles gratuitamente. Creo que cualquier paraguayo debe recibirlos con los brazos abiertos, siempre que se atengan a las leyes nacionales.